La familia cubana compuesta por Guillermo Picos, su esposa Belkys Rodríguez y su hijo de 14 años, Denis, se ha encontrado en el centro de esta controversia migratoria tras ser deportada erróneamente a Cuba el pasado 28 de marzo.
La decisión responde a la creciente carga de trabajo y las críticas por demoras en los trámites que han caído sobre USCIS, que financia el 96% de su operación con las tarifas migratorias.
A pesar de llegar con su abogado y con la esperanza de que lo dejaran salir, quien salió fue el abogado del detenido, dejándolo en un futuro incierto y alegando que teme su regreso a Cuba donde no tiene conexiones.