El Gobierno dijo que cada provincia enfrentará “severas afectaciones en la producción de pan” ante una escasez de harina que persistirá al menos hasta finales de marzo.
La distribución de lo que está “garantizado” hasta el momento se hará según la edad de los menores, no incluye a las embarazadas y afecta a los menores con dieta por enfermedades crónicas.
En las últimas tres décadas la producción nacional de leche no ha llegado ni siquiera al 1% anual de la cifra de 1,600 millones de litros anuales que requiere el país.