Tras conocer los inventos que llevan a cabo los cubanos para poder comer al menos viandas, el actor Erdwin Fernández aseguró este martes que “la libertad no tiene cáscara”.
La reacción del artista llega después de hacerse virales recetas como ropa vieja de cáscara de plátano y chicharrones de cáscara de yuca, a las que no pocos habitantes de la isla acuden para consumir proteína vegetal, porque comprar carne les es imposible.
En medio de la aguda crisis que padece Cuba, donde muchos tienen que obligarse a comer cáscara sin ser veganos o subsisten a duras penas gracias a las remesas que reciben desde el extranjero, Fernández ha hecho alusión a que el problema de la escasez de alimentos o la elevada inflación que existe en el país, no se resuelve con las “nuevas recetas de ‘abuelitas’” que se escuchan en las colas.
Para el artista, radicado hace varios años en Estados Unidos, cuando existe libertad, no hay “cáscara” que valga.
En concreto, Fernández se ha referido a la versión del tradicional plato de ropa vieja, que una cubana compartió recientemente en el grupo de Facebook ‘Recetas desde el Corazón’, después de oír que una señora en una cola del pan se la recomendaba a otra mujer que no tenía más nada para alimentar a su familia que unos plátanos.
Poco después, en el mismo grupo de cocina, un internauta de Yara, en la provincia oriental de Granma, publicó un plato “sabroso, original y económico”: chicharrones de cáscara de yuca, una materia prima ampliamente utilizada para alimentar a los cerdos en la isla.
En tal sentido, vale destacar que varios cubanos han advertido que la cáscara de yuca contiene cianuro. No obstante, otros han explicado que el contenido de este veneno en la yuca dulce es poco y que se elimina hirviendo la cáscara durante 10 minutos y botando el agua.
“Debería de darles pena. Ahorita nos dan tierra para comer. Qué vergüenza. Cáscara de yuca como chicharrones. ¿Qué más falta, Dios mío?”; y “No se tienen respeto”, lamentaron algunos de los seguidores del actor.
“Eso son los logros de los continuadores de la miseria. Qué vergüenza por Dios”, reafirmó con pena otro usuario.
