La dependencia de las importaciones y la incapacidad de generar suficiente energía han dejado al país en una posición precaria, donde las soluciones propuestas parecen insuficientes para abordar los problemas subyacentes. La realidad de Cuba es una de agobio constante para sus ciudadanos, quienes deben adaptarse a un sistema que no produce ni genera lo necesario para sostener una vida digna y estable.
La noticia llega justo después de conocerse que por primera vez el gobierno de la isla solicitó oficialmente ayuda al Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas para mantener la distribución de leche subsidiada a los niños menores de siete años.
El Gobierno dijo que cada provincia enfrentará “severas afectaciones en la producción de pan” ante una escasez de harina que persistirá al menos hasta finales de marzo.
La distribución de lo que está “garantizado” hasta el momento se hará según la edad de los menores, no incluye a las embarazadas y afecta a los menores con dieta por enfermedades crónicas.