Esta imagen captura la esencia de la creatividad y el espíritu de colaboración que define a muchos artistas cubanos. Paz y Perugorría, cada uno en su campo, han contribuido significativamente a la cultura y el arte de su país, y su encuentro en Viñales es un recordatorio del poder de la música y el cine para unir y celebrar la identidad cubana.
En un intento por impedir que sea devuelto a Cuba, algunos de los allegados de este artista del tatuaje han hecho un llamado para ayudar a que “todos vean su talento”.