La estampida no para. Ahora han salido a relucir los nombres de dos artistas importantes cada uno en su ámbito que salieron de Cuba para continuar su carrera en España, específicamente en la ciudad de Madrid. Se trata del músico David Álvarez, director de Juego de Manos y el humorista Jorge Díaz.
Álvarez es un destacado músico cubano. Cantante, arreglista, y compositor ha dirigido estas agrupaciones durante largos años y ha grabado varios discos que dan cuenta de su destreza como instrumentista y el distintivo registro de su voz, con marcadas influencias de Pedro Luis Ferrer y la guaracha y el son cubanos.
El artista ha triunfado en Madrid según declaraciones de medios independientes y se presenta habitualmente en diferentes espacios de esa ciudad. En cambio desde Cuba apenas llegan informaciones de su nuevo paradero ni relacionadas con su actual trabajo.
Jorge Díaz ha sido muy conocido por fusionar la música con el humor. Era habitual verlo en clubes nocturnos con sus chistes picantes y la armonía entre el humor y la música.
Por otro lado su trabajo en la música no fue menor. Varias de sus canciones llegaron a las populares orquestas Los Van Van, Adalberto Álvarez y Manolito Simonet y su Trabuco. Tras mudarse a Madrid ha pasado algo muy parecido a lo sucedido con David. Apenas se leen noticias en los medios estatales sobre su estancia en Madrid y los nuevos proyectos que podría tener.
David y Jorge Díaz se suman a la ya larga lista de artistas que se han marchado de Cuba porque no ven nuevos horizontes para sus carreras en la isla o por sus diferencias políticas con el sistema. Es imposible nombrar uno por uno cada artista que ha dejado la isla para labrarse otro futuro aunque algunos, con alguna frecuencia, vuelvan de visita o para cumplir con proyectos de trabajo que van surgiendo junto a otros colegas.
Lo cierto es que las “fugas” no cesan. Cada semana se escucha el nombre de un nuevo artista que se fue por una crisis que empeora y que ha sacado del país a cientos de miles de cubanos. Y esa lista tampoco parece tener fin.
