Muchos de los migrantes cubanos que llegan vía México han completado un viaje de 1,500 millas a pie, aunque otros, desafortunadamente emprenden un camino más largo, pero la ruta se ha acortado, luego de que Nicaragua estableciera el libre visado para los cubanos.
En el Aeropuerto de Miami, rostros ansiosos se transformaron en sonrisas y lágrimas de alegría cuando, uno tras otro, los cubanos que habían aplicado al programa comenzaron a llegar. "Habíamos perdido las esperanzas, pero gracias a Dios todo salió bien", expresó un ciudadano que aguardaba la llegada de su suegra, cuya solicitud presentada en enero no fue aprobada hasta septiembre.