“Tomo esta decisión después de haber perdido la fe en el sistema legal estadounidense, donde mi testimonio sin protección sirvió como entretenimiento y forraje para las redes sociales”, dijo la actriz
Ana de Armas, por su parte, luego de haber sido blanco de críticas prematuras que repudiaban su acento o la elección de una latina para encarnar a la rubia más famosa de la historia, fue aplaudida hasta por Brad Pitt y ovacionada ininterrumpidamente por 14 minutos.
Los que la han juzgado basados en los escasos adelantos que hasta ahora se han visto, probablemente no hayan reparado en el parecido físico logrado por la actriz, después de someterse a duras pruebas con su cabello para tapar el castaño oscuro que le es natural; como tampoco habrán notado la potente y sentida representación que demostró en apenas unos segundos de publicidad fugaz.