En Kenia, el país donde fueron secuestrados dos galenos cubanos hace ya 53 meses sin dar fe de vida hasta hoy, están presionando sus parlamentarios para interrumpir un programa de intercambio de médicos con Cuba.
Si bien es cierto que la lucha legal por el reconocimiento de la I-220A como Parole podría continuar en otros tribunales, incluida la Corte Suprema de Estados Unidos, y eventualmente que quede revertida la decisión de la Junta Superior de Apelaciones de Inmigración de EE. UU. (BIA), no pocos cubanos se muestran aún asustados o preocupados por esta situación.