La Salud Pública en Cuba atraviesa una situación compleja, marcada por carencias significativas y la rebeldía de algunos médicos frente a las condiciones del sistema.
Recientemente, lo más notorio y que movilizó miles de reacciones en las redes sociales ha sido el caso de seis cirujanos cubanos enjuiciados por la muerte de un paciente en Bayamo, Granma, a quien operaron con recursos insuficientes, y quien finalmente falleció.
Sin embargo, tras conocerse el veredicto de culpabilidad de los mismos, ha quedado evidenciado como nunca antes el caos en el sistema de salud de la isla; referido no solo a las carencias de insumos y la estampida migratoria de miles de galenos cubanos, sino también a los tratos desde el poder hacia sus profesionales de la salud.
Si bien el juicio ha sido percibido como un intento de desviar la atención ante la crisis sanitaria, situaciones paralelas han salido a la luz pública, evidenciándose el distanciamiento entre aquellos que aman y los que odian. Y los que roban también.
Sí, porque además de todo lo expuesto anteriormente se ha conocido que el Observatorio Cubano de Auditoría Social reveló que la oligarquía cubana, liderada por GAESA, se apropió de miles de millones de dólares de los salarios de médicos exportados, fondos que no se invirtieron en el sistema de salud como se había prometido. Se presume que los fondos fueron destinados al turismo, pero está claro que entre «una transferencia y otra», los jerifaltes de GAESA pudieron meter las manos inapropiadamente y, claro, continuar viviendo como Carmelina.
Es evidente que la apropiación indebida o el desvío de recursos ha provocado el ahondamiento de una crisis en un sistema de salud que ya estaba colapsado, con infraestructura hospitalaria precaria y falta de insumos.
Por si no bastaran conocer tantos males dentro de la Salud Pública en Cuba, se ha reportado la falta de disponibilidad de la segunda dosis de la vacuna de la polio para todos los niños en Cuba, lo que pone de manifiesto las deficiencias en el programa de vacunación del país.
La denuncia de una abuela cubana, en la que esta refiere que el esquema de vacunación de su nieta no se ha podido cumplir por falta de estas en el sistema sanitario, fue compartida por el doctor exiliado Alexander Jesus Figueredo Izaguirre en su página de Facebook.
«Señor Ministro de Salud José A Portal Miranda tengo una nieta pequeña que hoy fue a ponerse la segunda dosis de la Polio y resulta que no hay, como la mía hay muchas en el país que por falta de la misma pierden el esquema de vacunación», denunció la mujer.
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