En un caso que ha generado un amplio debate sobre la situación del sistema de salud en Cuba y la responsabilidad de los médicos cubanos en casos de negligencia médica, han salido a la luz detalles sobre la arriesgada operación que desencadenó los hechos por los que seis doctores fueron sancionados a dos y tres años de privación de libertad, en Bayamo, Granma.
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Justo en el momento en que varios médicos cubanos se han manifestado contra la sanción impuesta a seis colegas en Bayamo, un comunicado del Minsap aclaró que los médicos aún no han recibido una sentencia definitiva y cuentan con el apoyo de abogados y peritos especializados.
Se espera que la sentencia final se dicte en 15 días hábiles, con la esperanza de que sea justa, pero mientras, según el doctor exiliado Alexander de Jesús Figueredo Izaguirre, miles de médicos se han unido en redes sociales para rechazar estas medidas, utilizando la etiqueta “Soy doctor@ y no apoyo la sanción a los doctores de Bayamo”.
Figueredo divulgó además un audio donde se escucha a una persona identificada como Julio García, Secretario General del Sindicato, a quien el médico exiliado definió como «uno de los agentes médicos que tiene el Hospital Carlos Manuel de Céspedes».
Dijo que se trata de «un médico mediocre, de bajo nivel de coeficiente que ha escalado en la salud haciendo lo único que sabe.. chivatear a sus colegas, difamar y lamerle las botas a los jefes».
«Escuchen el audio completo para que vean como intimidan, y coaccionan a los médicos y todo el personal de la salud en El Hospital de Bayamo,» dijo Figueredo y divulgó el audio.
Otros cubanos se unen a la denuncia
A la etiqueta – o a la denuncia – se han unido otros tantos cubanos, como es el caso de Gleydis Morales Arias. Morales Ariasdefendió públicamente al grupo de médicos enjuiciados en Bayamo, destacando especialmente a uno de ellos por haber salvado la vida de su hija.
Específicamente, mencionó al doctor Ristian, quien lideró el equipo médico que operó a su hija, y que ahora enfrenta una acusación de asesinato y una sentencia de tres años de prisión. La joven expresó su firme convicción de que estos médicos, a pesar de las limitaciones de recursos, equipos y medicinas, han realizado un trabajo excepcional, salvando muchas vidas. Morales Arias considera injusta la condena propuesta contra ellos, argumentando que hacen lo mejor posible con los recursos disponibles.
Morales Arias subrayó la crisis en el sistema de salud cubano y la habilidad de los médicos para salvar vidas en tales circunstancias adversas. Ella pide justicia para estos profesionales, enfatizando que no merecen prisión.
La publicación de Morales Arias en Facebook generó una amplia respuesta de apoyo, con comentarios que pedían justicia para los médicos acusados, señalando la falta de recursos en los hospitales de Cuba y criticando el sistema político y económico del país por las dificultades que enfrentan los profesionales de la salud.
Los seis médicos del Hospital Carlos Manuel de Céspedes fueron sentenciados a distintas penas de prisión en un juicio a puertas cerradas, acusados de negligencia en una cirugía que resultó en la muerte de un paciente, siendo el doctor Ristian el que recibió la sentencia más severa.
La ausencia de recursos en el hospital habría sido la causa de la muerte del paciente
Sin embargo, ha sido el testimonio del urólogo Aldo Luis Zamora Varona, quien trabaja en el mismo hospital, el que ha venido a arrojar más luz sobre este caso.
Zamora Varona denunció una severa escasez de suministros médicos esenciales para llevar a cabo operaciones y contó detalles sobre lo sucedido en la fatídica operación; específicamente la falta de instrumentos vitales como pinzas para controlar hemorragias y suturas no reabsorbibles, lo que complicó significativamente la cirugía. El médico resaltó que solo pudo completar la operación que eventualmente en un inicio salvó la vida del joven, gracias a que él recordó que en su maletín guardaba el hilo de sutura reabsorvible; sino, dijo, el joven hubiese fallecido ahí mismo en el salón de operaciones.
El médico atribuyó estas deficiencias al deterioro del sistema de salud cubano, responsabilizando al gobierno por no proveer los recursos necesarios, lo que pone en peligro la vida de los pacientes y limita la capacidad de los médicos para brindar atención adecuada.
Su testimonio ha generado solidaridad hacia los médicos condenados y ha sacado a la luz más relatos sobre las carencias en el sistema de salud de Cuba.
