Por ahora, el caso de Delicias (Manacas) permanece en fase de verificación comunitaria: hay un lugar y un relato coincidente en redes, pero faltan datos clave —identidad de la víctima, actuación policial, resultados preliminares de la pesquisa—. La transparencia de las autoridades será decisiva para contener la alarma social y para enviar una señal clara de que los crímenes en zonas rurales no quedarán impunes.
El caso de Guanabacoa es solo un episodio más de una crisis alimentaria que no da tregua en Cuba, donde incluso los propios campesinos sufren las consecuencias del robo de sus animales, alimentando así el ciclo interminable del sacrificio ilegal de ganado mayor.
El problema no es nuevo. En 2022, Las Tunas registró 5.305 casos de delitos contra la ganadería, un aumento del 70% con respecto a 2021. Esta tendencia al alza refleja la creciente sofisticación de los delincuentes y la insuficiencia de las medidas de control. Inspecciones recientes revelaron irregularidades significativas, como animales que existían solo en registros y otros no documentados, lo que sugiere altos niveles de hurto no denunciado y deficiencias en el registro oficial.
Aunque el gobierno culpa a los “matarifes” por la debacle ganadera, ganaderos y economistas apuntan a que la solución de fondo pasa por permitir la autonomía y privatización del sector, así como por mejoras en la infraestructura y el abastecimiento para quienes crían ganado en la isla.
El año 2023 ha sido testigo de una lucha incansable contra los matarifes en Villa Clara, marcado por importantes victorias y desafíos continuos. La situación demanda una respuesta coordinada y enérgica por parte de todas las esferas de la sociedad para proteger el patrimonio ganadero de la provincia, asegurar la seguridad alimentaria de la población y restaurar la ley y el orden en el corazón agrícola de Cuba.
En las redes numerosos internautas criticaron fuertemente al influencer Manuel Milanés por divulgar el video y aparentemente tienen razón. La policía está usando las imágenes para capturar a las personas.
En 2022, el robo y sacrificio de ganado mayor en Cuba provocó la pérdida de más de 82 mil animales, un incremento del 145% con respecto al año anterior.
El fenómeno de los matarifes parece alarmante en dos territorios más que en ningún otro: Villa Clara y Holguín, si bien fuentes cercanas a este redactor aseguran que Sancti Spíritus, Las Tunas y Ciego de Ávila, no andan muy atras.
De la misma manera que un virus se adapta para sobrevivir y expandirse, los robos en Cuba parecen haber adoptado nuevas formas y tácticas, lo que representa un desafío constante para las autoridades y los individuos por igual. La capacidad de cambio y adaptación de estos delitos genera una sensación de incertidumbre similar a la experimentada durante una crisis sanitaria.