En Villa Clara, Cuba, más de la mitad de los delitos reportados están vinculados a los matarifes, quienes se dedican al robo y sacrificio ilegal de ganado, afectando gravemente tanto a productores estatales como privados, señala el portal CMHW.
Este fenómeno ha llevado a un incremento notable en la incidencia delictiva en la provincia, con un promedio de 40 denuncias diarias relacionadas con este tipo de delitos.
Las fuerzas del orden han desarticulado bandas dedicadas a estas actividades ilícitas, pero la situación es tan crítica que se han impuesto multas que superan los dos millones de pesos en total, buscando frenar esta práctica. Entre las violaciones detectadas se encuentran los faltantes y sobrantes de ganado, la ausencia de marcas al fuego, y compraventas ilícitas.
El problema no se limita a Villa Clara; es un fenómeno que afecta a varias provincias cubanas, aunque Villa Clara destaca por la magnitud y frecuencia de estos delitos. Las autoridades han tomado medidas enérgicas, pero el robo y sacrificio de ganado continúa siendo un desafío significativo.
Los matarifes operan a menudo en complicidad con funcionarios corruptos y aprovechan las deficiencias en los mecanismos de control del ganado. La crisis económica y alimentaria en Cuba ha empujado a algunos a recurrir a estas prácticas ilegales como medio de subsistencia o lucro, representando una pérdida económica significativa y planteando riesgos para la salud pública.
Las medidas implementadas por las autoridades cubanas incluyen el incremento de las multas y la realización de operativos policiales. Sin embargo, la efectividad de estas acciones sigue siendo limitada ante la magnitud del problema, requiriendo un enfoque más integral que aborde las causas subyacentes y mejore los mecanismos de control y seguimiento del ganado.
Villa Clara en el epicentro de la crisis de matarifes: Un año de lucha contra el sacrificio ilegal de ganado
La provincia de Villa Clara se ha convertido en todo el año 2023 en el foco de una creciente ola de delincuencia asociada al robo y sacrificio ilegal de ganado, un fenómeno que ha sacudido los cimientos de la comunidad agrícola y ha desencadenado una respuesta enérgica por parte de las autoridades locales y el Ministerio del Interior de Cuba.
A lo largo del año, las fuerzas del orden han desmantelado varias bandas dedicadas a estas prácticas ilícitas, destacando la operación en la que se desarticuló una organización criminal que se dedicaba al robo y sacrificio tanto de ganado vacuno como equino. Este éxito, sin embargo, no ha sido un caso aislado; otra banda fue neutralizada en la zona de Matagua, evidenciando la extensión y profundidad del problema en la provincia.
Uno de los casos más notorios asociado al negocio de los matarifes en Villa Clara involucró a un individuo conocido como «Yasel», residente de la barriada de El Condado, quien fue detenido por la policía bajo la acusación de vender carne de res ilegalmente. En su domicilio, las autoridades encontraron 70 libras de carne y una libreta con anotaciones detalladas de las ventas, un hallazgo que permitió avanzar significativamente en la investigación de la red delictiva.
En Camajuaní, un operativo llevado a cabo por la Brigada Campesina en la zona de la Sábana resultó en la detección y posterior detención de dos ciudadanos, identificados como Osley y Yoel, quienes transportaban carne de res de manera ilegal. La rápida acción de los campesinos y la policía subraya la creciente colaboración entre la comunidad y las fuerzas del orden en la lucha contra este tipo de delitos.
La crisis alimentaria que enfrenta la isla ha exacerbado la situación, impulsando el robo de alimentos y, específicamente, el de ganado para su sacrificio ilegal. A pesar de las constantes redadas y la colaboración ciudadana, los matarifes continúan operando, lo que sugiere un desafío persistente y complejo para las autoridades.
Un caso que resalta la complejidad y arraigo del problema es el de un negocio familiar de matarifes en Manicaragua, donde padre e hijo, Carlos Liban Pérez Sarduy y Lisvany Pérez Fernández, fueron arrestados por su implicación en el hurto y sacrificio de ganado mayor. Este incidente no solo evidencia la profundidad del problema, sino también cómo la actividad delictiva puede estar integrada en la comunidad.
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Además, el caso de Duriesky Cabrera Pérez, trabajador de la Empresa Agropecuaria Benito Juárez, destaca por su audacia. Cabrera Pérez fue detenido mientras desviaba carne de caballo destinada a centros médicos, un acto que no solo constituye un robo de ganado sino también un desvío de recursos esenciales para la población vulnerable.
