Muchos cubanos dependen prácticamente de la ayuda de los vecinos o de la gente en la calle para sobrevivir en medio de apagones interminables que, en su mayoría, afectan a la población más vulnerable.
Cuba enfrenta una crisis energética sin precedentes mientras se prepara para la inminente llegada del huracán Rafael.
La Unión Eléctrica moviliza equipos y linieros...
Según El País, las autoridades cubanas han intentado restaurar el servicio de forma parcial, pero la realidad es que la red eléctrica se encuentra en un estado tan deteriorado que cualquier intento de reparación es un simple "parche" temporal.
El ministro de Energía y Minas de Cuba, Vicente de la O Levy, declaró que el proceso de recuperación de la electricidad en la capital ha sido lento, pero efectivo, gracias a la sincronización de las plantas de generación eléctrica ubicadas en Boca de Jaruco y Mariel, así como las patanas generadoras alquiladas a Turquía.
El mandatario Díaz Canel culpó al gobierno estadounidense de la fata de combustible, que según reconoció es la causa principal de la desconexión del sistema eléctrico nacional.
Según el Observatorio Cubano de Derechos Humanos, citado por Cenital, casi el 90% de los cubanos sobreviven en esta situación, mientras que el 70% se ve obligado a saltarse al menos una comida diaria.
El gobernante Miguel Díaz Canel orientó al primer ministro Manuel Marrero Cruz realizar una intervención este jueves a las 8: 30 0 pm por la televisión cubana para “explicar” la situación energética del país.
Las autoridades cubanas han señalado que los problemas en el sistema eléctrico son resultado de la falta de combustible y las continuas averías en las unidades de generación. Sin embargo, el pueblo sigue clamando por una solución real a esta crisis que parece no tener fin.
Además de los cortes programados, la falta de combustible está afectando el funcionamiento de tres centrales eléctricas flotantes, conocidas como "patanas turcas". Estas plantas generadoras se encuentran en puntos clave de la isla, como la Bahía de La Habana, Santiago de Cuba y el puerto del Mariel. Sin embargo, la escasez de fuel oil ha paralizado su actividad, lo que agrava aún más la crisis energética.
La población cubana, como cada día, continúa lidiando con largos apagones y una creciente frustración. Curiosamente en Holguín, provincia donde se encontraba de visita el designado a dedo, no se fue la corriente.
La suspensión del evento, aunque vista por Pérez como un gesto de empatía, ha abierto una nueva ventana para la crítica social, reflejando el profundo descontento que vive el pueblo cubano frente a las promesas incumplidas del gobierno.
El 18 de septiembre de 2024 quedará marcado como una jornada más de represión y apagones en Cuba. La combinación de una crisis energética prolongada y las constantes violaciones a los derechos humanos refleja el deterioro de las condiciones de vida en el país, donde la disidencia sigue siendo silenciada y la población se enfrenta a dificultades crecientes. Las denuncias de activistas como Alina Bárbara López, Jorge Fernández Era y Raymar Aguado, junto con las prolongadas interrupciones eléctricas, son un recordatorio de la crisis multifacética que atraviesa Cuba, una crisis que parece lejos de resolverse.
A medida que se alargan los apagones, la paciencia de los cubanos se agota. Las temperaturas de hasta 35 grados y la proximidad del nuevo curso escolar solo agravan una situación que ya era insostenible. Mientras tanto, la Guiteras, lejos de ofrecer la tan necesaria estabilidad, sigue sumida en la oscuridad, dejando a todo un país en vilo.
Aun y cuando no hay nada que celebrar cuando el país está en crisis y la gente no puede ni siquiera conservar sus alimentos, otros no pueden dormir, y miles son picados por los mosquitos, la Unión Eléctrica publicó varios post bien triunfalistas. La actitud de la Unión Eléctrica ha sido percibida como desconectada de la realidad, lo que ha intensificado las críticas hacia la gestión del sistema energético en Cuba.
La situación ha dejado a estos residentes en el SW de Miami en una lucha constante por recuperar la normalidad en sus vidas mientras esperan una solución definitiva.