Un incendio registrado el sábado en la subestación eléctrica soterrada de Tallapiedra, en la Avenida del Puerto, provocó una interrupción masiva del suministro eléctrico en varias zonas de la capital, afectando a miles de residentes en municipios clave como Habana Vieja, Centro Habana, El Cerro, Diez de Octubre y Plaza de la Revolución.
La Empresa Eléctrica de La Habana confirmó que el incendio comenzó pasadas las 5:00 p.m. en la instalación, y que los trabajos de restablecimiento permitieron devolver el servicio a los 20 circuitos afectados a las 12:35 a.m. del domingo. No obstante, las labores técnicas continúan en el sitio para evaluar los daños y garantizar la estabilidad del sistema.
Brigadas de bomberos, personal especializado y trabajadores de la empresa eléctrica se desplazaron de inmediato a la zona, mientras imágenes del siniestro -donde se observan columnas de humo denso- circularon ampliamente en redes sociales. La viralización de la noticia generó preocupación ciudadana, en un contexto marcado por la recurrencia de apagones en todo el país.
El incidente coincide con un día de especial tensión para el Sistema Eléctrico Nacional (SEN), que enfrentaba desde horas tempranas del sábado un déficit de generación estimado en 1,560 MW, según reportes de la Unión Eléctrica. La coincidencia entre ambos eventos plantea interrogantes sobre la capacidad del sistema para resistir contingencias adicionales.
Fuentes del sector alertan que Tallapiedra es una de las infraestructuras más críticas para la red habanera, tanto por su ubicación estratégica como por su antigüedad. Como parte de las medidas, las autoridades habilitaron canales como Telegram, Facebook y la línea telefónica 18888 para mantener informada a la población. Sin embargo, las reacciones en plataformas digitales fueron mayoritariamente críticas.
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Hasta el momento, las autoridades no han ofrecido detalles sobre las causas específicas del incendio ni sobre posibles afectaciones estructurales permanentes. Mientras tanto, persiste la incertidumbre entre los habaneros, que ven en sucesos como este una señal de alerta sobre el estado general del sistema eléctrico del país.