En Caibarién una mujer se desnudó desde el balcón de su casa en señal de protesta por la falta de agua y le mandaron una pipa.
El acceso al agua en Cuba se ha convertido en un tema recurrente de preocupación y descontento para miles de familias en la isla. Esta situación, que ha sido descrita como crítica por las propias autoridades, llevó a que los vecinos de San Miguel del Padrón, en La Habana, y de la provincia de Ciego de Ávila, salieran a las calles a protestar por la falta de suministro, que en algunos casos ya superaba las dos semanas sin una gota de agua.
El caso más reciente ocurrió en el reparto La Rosita, en San Miguel del Padrón, donde decenas de personas bloquearon el tráfico en la Calzada de Güines, una de las principales arterias de la zona, como respuesta a los 16 días sin agua en sus hogares.
Los vecinos, desesperados por la situación, también alzaron la voz para reclamar por la falta de leche para los niños, otro de los problemas que afecta a muchas familias en el municipio.
La página La Tijera mostró imágenes y una explicación somera de lo sucedido.
Protestas que se extienden en la Isla
Las protestas por la falta de agua no son un hecho aislado. Durante las últimas semanas, varias manifestaciones se han registrado en diversas zonas de la capital cubana, como San Francisco de Paula, Centro Habana, La Habana Vieja y Luyanó. Estas acciones, que suelen incluir cacerolazos y el bloqueo de calles, han logrado llamar la atención de las autoridades, quienes en algunos casos han respondido restableciendo temporalmente el servicio o enviando pipas de agua.
Sin embargo, la situación sigue siendo grave en todo el país. Las autoridades reconocieron recientemente que más de 600.000 personas en la isla están afectadas por problemas en el suministro de agua, lo que representa alrededor del 7% de la población total. Según datos oficiales, este número ha aumentado significativamente desde noviembre del año pasado, cuando se reportaban 450.000 personas afectadas, lo que demuestra el agravamiento de la crisis hídrica en Cuba.
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Infraestructura deteriorada y crisis energética
Las autoridades atribuyen gran parte de estos problemas a la antigüedad y el deterioro de la infraestructura hidráulica en la isla, especialmente en zonas densamente pobladas como La Habana.
En una conferencia de prensa reciente, José Antonio Hernández Álvarez, presidente del Grupo Empresarial de Agua y Saneamiento, explicó que uno de los principales problemas ha sido la rotura de equipos de bombeo clave en la capital cubana. Aunque se han llevado a cabo reparaciones, como en la Cuenca Sur, que abastece a varios municipios de La Habana, las afectaciones persisten debido a la falta de recursos y al colapso del Sistema Electroenergético Nacional (SEN), que ha causado apagones constantes.
Los cortes de electricidad, según Hernández Álvarez, han afectado gravemente el suministro de agua en varias zonas del país. Las variaciones en el voltaje y los frecuentes apagones han provocado fallas en los sistemas de bombeo, lo que a su vez ha dejado a miles de personas sin agua durante días, e incluso semanas, según recogía en una nota el portal 14ymedio, citando al diario oficialista Granma.
Protestas en Ciego de Ávila
El descontento por la falta de agua no se limita a La Habana. En la provincia de Ciego de Ávila, los residentes también salieron a las calles para manifestarse contra las constantes interrupciones en el suministro de agua y los prolongados apagones.
Un video publicado por el Observatorio Cubano de Derechos Humanos muestra a los vecinos denunciando que las autoridades planeaban quitarles la turbina de agua para llevarla a una zona donde residen altos funcionarios del gobierno.
Esta protesta en Ciego de Ávila es solo una muestra más del creciente malestar entre la población cubana, que ha visto cómo el acceso a los servicios básicos se ha vuelto cada vez más precario.
La respuesta del gobierno
Ante esta situación, el gobierno cubano ha anunciado un plan para mejorar la infraestructura hidráulica del país, que incluye la ejecución de 206 obras hidráulicas y la adquisición de 1.390 nuevos equipos de bombeo. Sin embargo, la población sigue siendo escéptica, ya que estas promesas no se han traducido en mejoras tangibles para los usuarios.
Con la crisis energética y la sequía agravando aún más la situación, parece que el drama con el agua en Cuba está lejos de terminar, mientras la población sigue lidiando con la incertidumbre de cuándo volverán a tener acceso a un suministro regular y digno del líquido vital.
En municipios como Plaza de la Revolución y Habana Vieja, las averías en la Cuenca Sur han dejado sin agua a miles de personas, y aunque se han realizado reparaciones, el sistema sigue lejos de funcionar óptimamente.
Cubana se encuera en el balcón y le traen una pipa de agua
En el interior del país, zonas como Caibarién también sufren graves problemas y llevan más de 20 días sin agua potable, sin una solución a la vista.
La Empresa de Acueducto y Alcantarillado reconoció el problema el 2 de septiembre, pero no especificó cuándo se resolverá. Desde el 18 de agosto, varias averías, incluida una en la turbina del Pozo 8, han afectado el suministro de agua a los 34.780 residentes, además de un hospital y otros centros vitales. Las autoridades intentaron reparar la bomba en un taller en La Habana, pero el esfuerzo fracasó, manteniendo los pozos fuera de servicio. El agua llega solo a través de camiones cisterna, un servicio insuficiente.
La frustración ha llevado a protestas, incluyendo el caso de una vecina que salió desnuda al balcón para reclamar agua, logrando que le enviaran una pipa, según indica en una nota Diario de Cuba.
La falta de personal cualificado y recursos, junto con una administración ineficiente, ha generado gran malestar en la población.
La única solución provisional ha sido el uso de camiones cisterna, pero este servicio es inestable debido a la falta de combustible. A pesar de los esfuerzos del gobierno, la situación sigue siendo crítica, lo que ha provocado protestas en diversas localidades, reflejando el creciente descontento de la población.
