El gobernador de Texas, Greg Abbott le ordenó a «sus» organismos de seguridad, que regresen a los migrantes que detengan en la frontera con México, incluso aquellos que ya han cruzado, en un intento más por frenar la crisis migratoria que a nivel nacional se ha disparado y que, con mayor peligro, tiene a Texas como epicentro de la llegada de los migrantes, sean mexicanos, cubanos u hondureños (los principales, en ese orden).
Abbott, a través de sus redes sociales, le ordenó a la Guardia Nacional y al Departamento de Seguridad Pública de su estado a regresar a los migrantes ilegales a la frontera con México; momento que también aprovechó para culpar al actual mandatario de los EE.UU., Joe Biden, con relación a la crisis migratoria.
Si bien la cantidad de migrantes cubanos que atraviesan la frontera sur de los Estados Unidos disminuyó durante el mes de mayo, y muy probablemente haya disminuido también en el mes de junio, no sucede así con los mexicanos y hondureños, que con sus altas y bajas continúan ingresando a EE. UU., y «colándose», eventualmente criminales y narcotraficantes.
Sobre el tema habló el gobernador de Texas y dijo: “los cárteles se han envalentonado con las políticas de fronteras abiertas” del presidente.
Y agregó:
“He autorizado a la Guardia Nacional de Texas y al Departamento de Seguridad Pública de Texas a comenzar a devolver inmigrantes ilegales a la frontera para detener esta empresa criminal que pone en peligro a nuestras comunidades. A medida que los desafíos en la frontera continúan aumentando, Texas continuará tomando medidas para abordar los desafíos causados por la Administración Biden”.
Lo cierto es que la medida afectará a cientos de migrantes cubanos, entre los que «viajan» ex militantes de la Unión de Jóvenes Comunistas y del Partido Comunista de Cuba, amén de algún que otro periodista del Sistema Informativo de la Televisión Cubana, desencantados todos – en teoría – de su labor en la isla, o golpeados, como cualquier otro cubano «más de a pie», con la crisis.
Los migrantes cubanos no solo intentan llegar al territorio norteamericano, sino que también lo intentan por Europa.
Precisamente hace apenas unas horas se conoció de la llegada a Hungría de Yosiel Hernández, Luis Miguel Reyes, Diosdeny Santana, Rannelys Trujillo, José A. González y Luis A. González, un grupo de seis migrantes cubanos que estuvieron detenidos más de medio año en cárceles de Ucrania.
Los seis migrantes cubanos iniciaron un proceso de asilo político en ese país, un país que precisamente, y a pesar de haber conocido el socialismo como Cuba, no parece muy proclive a dar asilo de manera tan espontánea. Su máximo dirigente, Víktor Orbán es férreo defensor de la política antiinmigrante, pero tal vez la suerte para estos seis migrantes cubanos sea distinta.
Los seis forman parte un grupo original de 18 personas que ingresó a Ucrania procedente de Rusia el pasado mes de enero. Una semana después de llegar a Moscú, intentaron cruzar hacia territorio serbio y emprender así la llamada «Ruta de los Balcanes», que eventualmente los llevaría a Grecia, primer peldaño en su largo empeño de llegar a la Unión Europea (España, Francia, Italia, Alemania, fundamentalmente), pero fueron detenidos, juzgados y llevados a prisión, donde los sorprendió la guerra ruso-ucraniana. cuando intentaban cruzar la frontera hacia Serbia.
Un detalle: En los seis meses que el grupo de seis migrantes estuvo recluido en las cárceles de Ucrania, ninguno de ellos recibió asistencia consular del régimen cubano.
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