La muerte de una doctora cubana en Venezuela y de una pareja en la frontera entre Guatemala y México, resaltan los peligros a los que se enfrentan los migrantes cubanos en el extranjero.
La diáspora cubana, en su búsqueda de libertad y oportunidades, enfrenta peligros que, en ocasiones, culminan en tragedia. La muerte de una doctora cubana en un accidente de tránsito en Venezuela y la desaparición de dos jóvenes migrantes arrastrados por un río en México son los ejemplos más recientes de los riesgos que corren estos individuos lejos de su tierra natal.
La doctora, cuyo sueño era brindar un futuro mejor a su familia, perdió la vida en un país que, como Cuba, atraviesa por una profunda crisis.
Su muerte no solo es una pérdida para su familia, sino también para la comunidad que se beneficiaba de sus servicios médicos.
En otro evento desgarrador, dos migrantes cubanos, un joven de 17 años y una mujer de 27, desaparecieron mientras cruzaban un río entre Guatemala y México. Sin documentos y sin forma de comunicarse después de soltar sus mochilas en el río, su paradero sigue siendo un misterio. Familiares angustiados buscan desesperadamente cualquier información, temiendo que puedan estar en centros de detención o peor.
Estos no son casos aislados. Recientemente, al menos 10 migrantes cubanos murieron y 17 resultaron gravemente heridos en un accidente de camión en México. Todos los fallecidos eran mujeres, una de ellas menor de 18 años.
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Estas muertes son un sombrío recordatorio de los peligros que enfrentan los migrantes, muchos de los cuales huyen de la desesperación económica y política en Cuba.
La travesía es arriesgada y muchos no llegan a su destino. Según la Organización Internacional para las Migraciones, 256 personas, más de la mitad de Cuba, murieron o desaparecieron el año pasado intentando llegar a Florida. No olvidemos, además, los cuerpos de siete migrantes cubanos que fueron encontrados en o cerca de los Cayos de Florida, vinculados a los estragos del huracán Ian.
El estrecho de la Florida es conocido como «El corredor de la muerte», porque en sus aguas han muerto miles de personas ahogadas intentando llegar a los Estados Unidos. La travesía de cruzar las más de 90 millas que separan Cuba y Estados Unidos es un reto difícil y peligroso sobre todo en embarcaciones precarias y artesanales.
Hay dramas de incertidumbre, además. Durante el último año en la Oficina del Médico Forense en el condado de Monroe, en la Florida, se han examinado al menos 50 cuerpos de balseros encontrados ahogados en el mar. De ellos, 20 fueron identificados como cubanos, algunos cuerpos permanecen sin identificar.
El pasado sábado 30 de septiembre de 2023, el Servicio de Aduanas y Control de Fronteras (CBC) de las Islas Caimán confirmó que un migrante masculino fue encontrado en Spot Bay, Caimán Brac, aproximadamente a las 7:00 am. El migrante afirmó que estaba en un barco con otros nueve (9) migrantes y que todos, excepto él, murieron en el mar cuando intentaban nadar hasta Caimán Brac.
Las autoridades de Caimán Brac no informaron ni la identidad ni la nacionalidad del migrante; tampoco la de los otros nueve fallecidos en la travesía. Se supone, dada la circunstancias, que hayan sido cubanos; pero muy probablemente el migrante sobreviviente no las conociera todas tampoco, porque en no pocas ocasiones quienes intentana abandonar la isla en una embarcación se conocen por primera vez en la costa; o apenas se conocen por un apodo de la infancia o la juventud.
Estas tragedias, todas, subrayan la desesperación de los cubanos por escapar de las condiciones en su país natal, arriesgando todo en busca de una vida mejor. Sin embargo, la muerte y la desaparición de migrantes en el extranjero plantean preguntas sobre la responsabilidad de los gobiernos para proteger a estos individuos vulnerables y la necesidad de políticas migratorias más seguras y humanas.
Mientras tanto, en Cuba, las familias lloran la pérdida de sus seres queridos, víctimas de circunstancias que los obligaron a emprender viajes peligrosos. La comunidad internacional debe prestar atención y actuar para prevenir más pérdidas de vidas inocentes en estas travesías desesperadas por la libertad.
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