Mientras el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, AMLO, chupaba los muslitos de pollo que le ofrecieron en la cena de gala amenizada con los acordes de la orquesta Faílde detrás, cientos de migrantes cubanos eran detenidos en México.
Vale, lo del pollo era un eufemismo. Digamos que una «manía» de nuestra cultura latino – o hispanoamericana – a la hora de referirnos a lo bien que se ha cenado. «Chuparse hasta los dedos», o «chupar hasta los huesos», es sinónimo de que ha habido hartazgo, que la cena ha sido una maravilla; y eso lo saben bien los participantes en la velada, ocurrida luego de que AMLO empleara media hora de su discurso hablando de Catarino.
Se dice que AMLO «habló con Silvio Rodríguez, a quien admira» y que trajo un mensaje «urgente» de la Casa Blanca; porque a fin de cuentas México depende mucho económicamente de los Estados Unidos, y Biden lo ha presionado para que ponga un tapón al trasiego de migrantes cubanos. Y según Milenio, conversó de manera distendida con Rául Castro.
Mientras todo eso ocurría, cuatro luchadores cubanos abandonaban la delegación cubana que asistió al Panamericano de Lucha, que tuvo como sede a la ciudad mexicana de Acapulco. El primero en abandonar la comitiva fue el campeón olímpico Ismael Borrero, y posteriormente siguieron sus pasos Leonardo Herrera, Amanda Hernández y Cristian Damián Solenzal.
Apenas «cuatro gatos», que de seguro ahora emprenderán camino hacia el Norte, para cruzar hacia territorio de los EE.UU.
Muchos más, 189, fueron detenidos por las autoridades de México apenas horas antes de que AMLO agarrase con su mano el cuchillo y el tenedor en La Habana. En un operativo desplegado en Chiapas, Baja California, Nuevo León, Ciudad de México y Tabasco, las fuerzas del Instituto Nacional de Migración (INM), de México, lograron la detención de 189 cubanos, entre 1,608 personas procedentes de al menos 38 países, de América Latina, Europa, Asia y África. 210 de ellos eran menores de edad.
Horas antes, autoridades mexicanas habían logrado la detención de varios inmigrantes cubanos en hoteles en Puebla. Según el Instituto Nacional de Migración (INM), fueron 29 las personas extranjeras detenidas. Los migrantes procedían de Honduras, El Salvador, Guatemala, Cuba y Nicaragua.
El operativo conjunto del INM y la policía municipal de Puebla se desarrolló como parte de las tareas de verificación migratoria que se realizaban en la zona.
De seguro, cuando AMLO se sentó a la mesa a comer con Raúl Castro y Miguel Mario Díaz-Canel, ya sus ayudantes le habían informado del «grupo» de cubanos detenidos.
No se sabe qué temas se tocaron, pero entre elogios a la comida elaborada por algún connotado chef, de seguro que la historia de los miles de cubanos que atraviesan territorio mexicano en busca del llamado «sueño americano», bien que pudo ser, o el plato fuerte, o el dulce para cerrar el paladar esa noche.
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