El periodo de spring break se acerca y las autoridades de Miami Beach no quieren que se vuelva a repetir el escándalo lamentable y bochornoso que tuvo lugar el año pasado en esa ciudad y ya planean desde ahora comenzar a tomarse las cosas bien en serio. Y ya que hablamos de tomar… pues por ahí empezamos.
Las autoridades de Miami Beach planean limitar la venta de alcohol durante las vacaciones de primavera o spring break, como se le conoce. Lo visto el año pasado no fue todo responsabilidad del alcohol, pero ya sabemos que el consumo de este pone – como diría Robertón el cantante de la orquesta cubana Los Van Van – «la cabeza mala».
Ayer miércoles, los comisionados de la ciudad votaron 4-3 para prohibir la venta y consumo de alcohol después de 2 a.m. entre el 7 de marzo y 21 de marzo a lo largo del distrito de entretenimiento de la ciudad de Miami Beach.
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Nótese que la votación fue bien cerrada, pues tal y como se presentan las propuestas a veces obliga a los concejales a replantearse dos veces el asunto.
Por un lado tenemos la necesidad de impulsar la recuperación económico del sector de la hostelería en esa zona que, es verdad, no sufrió ni de cerca, las penurias que por ejemplo sufrieron dueños de bares y restaurantes en estados como Texas y California.
Aquí, «gracias» al gobernador Ron DeSantis, el daño e impacto económico fue mínimo, y por eso muchos ciudadanos de otros estados se vinieron hasta la Florida y Miami Beach, en plenos picos pandémicos a vacacionar, dejando dividendos económicos en el estado y en esa ciudad costera.
Sí, es cierto, que durante el spring break del 2021 las cosas se tornaron muy locas. Hubo violaciones, asesinatos; récord de arrestos y armas ocupadas.
Ahora, esta prohibición de la venta de alcohol fuera de horario, está evidentemente diseñada para frenar el consumo de bebida durante las noches. La prohibición estará vigente en Miami Beach durante al menos dos semanas en el mes marzo.
Algunos operadores y empleados de clubes nocturnos argumentaron que una prohibición así les costaría dinero al crear una ventaja injusta para los clubes, restaurantes y hoteles en otras partes de la ciudad donde sí se podrá vender el alcohol fuera de esos horarios, pero ¿y qué dicen los residentes de la zona?
A todas luces los dueños de negocios piensan en verde, pero los residentes del lugar, los que quieren seguridad, los que tienen que dormir y no necesitan escuchar sirenas policiales todo el tiempo, gritos y tiros al aire, también tienen derecho.
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