Neurocientíficos en Suiza han logrado desarrollar una tecnología que le ha permitido a tres personas parapléjicos volver a caminar un día después de recibir un implante electrónico. Entonces, ¿le llegó el fin a la paraplejia?
Las tres personas que padecían de paraplejia poseían lesiones en la médula espinal que les impedía poder caminar. A duras penas, y con mucho esfuerzo y voluntad mediante, luchaban para poder recuperar el movimiento de su cuerpo día a tras día.
Ahora, con este novedoso impante recibido el fin de la paraplejia parece estar cerca.
La novedoso intervención quirúrgica lo que ha hecho es implantar 16 electrodos directamente sobre la médula espinal.
El diario italiano Corriere della Sera afirma que «los tres participantes habían perdido toda capacidad de movimiento en sus extremidades inferiores y el tronco debido al corte completo de la médula.
A desarrollar el novedoso sistema contra la paraplejia han llegado dos científicos a congeniar esfuerzos y conocimientos: el neurocientífico Grégoire Courtine, de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (Suiza), y la neurocirujana Jocelyne Bloch, del hospital universitario de la misma ciudad.
Courtine, dice el diario italiano «lleva años en esta tarea». Su descubrimiento lo ha probado en ratones y en monos. Ya en el año 2018, el equipo suizo decidió ir más allá y contactaron a David Mzee, un joven que quedó parapléjico a los 20 años. Con el sistema de la estimulación epidural y con ayuda de un andador, Mzee consiguió volver a caminar.
La operación puede catalogarse de compleja pero relativamente breve. Apenas cuatro horas demoran en implantar los electrodos.
Según explica el nuevo trabajo publicado este lunes por una revista médica y reproducido por varios de los más importantes diarios del mundo, una vez puestos los electrodos en su sitio, estos se conecta a un ordenador con un sistema de inteligencia artificial que reproduce los impulsos necesarios para caminar.
Y no solo eso. Tres de los participanetes en el estudio lograron también montar en una bicicleta especial o remar en una piragua
Todas aquellas personas con paraplejia, como consecuencia de – por ejemplo – accidentes de tránsito, han visto en este sistema una segunda oportunidad de vida. Una nueva luz.
Michel Rocatti, uno de los tres pacientes, dijo en la rueda de prensa:
“Un día después de empezar a practicar vi que mis piernas se movían otra vez; fue una emoción muy intensa.”
Michael fue víctima de un accidente automovilístico serio en 2017. Estaba corriendo en la colina de Superga cuando un animal salvaje se abrió camino. Durante meses, permaneció admitido en la unidad espinal de Turín con la columna vertebral rota en varios puntos, sin sentimientos a sus piernas, un diagnóstico que dejó algunas esperanzas de la posibilidad de regresar a mover sus piernas.
La operación en su caso logró estimular además de sus piernas los músculos del abdomen y espalda baja.
Al principio debió adaptar su cuerpo, pero luego de 4 o 5 meses ya puso salir perfectamente a la calle, caminando con un andador.
La paraplejia, ese mal que parecía irreversible parece tener los días contados.
“Estos nuevos resultados son espectaculares”, opina Filipe Barroso, investigador del grupo de neurorrehabilitación del Instituto Cajal (CSIC), en Madrid, cita por su parte el diario español El País.
Diego Barroso, científico citado por el diario español, y quien se desempeña como investigador de la Universidad de Castilla-La Mancha, visitó el laboratorio de Courtine y Bloch en 2018. Entrevistado por El País ha dicho:
“Es evidente que están afinando su técnica para conseguir un movimiento lo más natural posible. Los electrodos se implantan ahora con una precisión milimétrica, de hecho, el colocarlo uno o dos milímetros más arriba o abajo tiene unos resultados enormes”, quien ve “complicado” el proceso de poner al alcance de todos esta tecnología.
¿Por qué? Así lo explica:
“Es difícil porque cada lesión de médula es muy específica, prácticamente única, por lo que necesitas desarrollar un tratamiento específico para cada uno”.
Así y todo parece la luz al final del túnel. O un apagón en la luz que parecía iluminar a la paraplejia.
En cualquier caso entiéndase la expresión: la paraplejia, al menos en algunos casos, ya está en cuenta regresiva.
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