La coordinadora de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) en La Habana, Irina Serra, anunció la creación de CDR infantiles como parte de una iniciativa de la organización dirigida por el agente Gerardo Hernández para ampliar sus filas.
Los CDR constituyen la mayor organización de masas del país, y son utilizados para la vigilancia y el combate contra las manifestaciones de disidencia y los delitos entre los propios vecinos al interior de los barrios.
Desde su creación por parte de Fidel Castro en 1960, los comités se definieron como un arma de defensa del gobierno en cada cuadra.
“Vamos a implantar, frente a las campañas de agresiones del imperialismo, un sistema de vigilancia colectiva revolucionaria que todo el mundo sepa quién vive en la manzana, qué hace el que vive en la manzana y qué relaciones tuvo con la tiranía; y a qué se dedica; con quién se junta; en qué actividades anda”.
La incorporación de infantes a ese sistema de vigilancia ha provocado alarmas de decenas de personas que no desean ver a sus hijos formar parte de lo que consideran la punta de lanza del aparato represivo en la isla.
“Los niños son inocentes, penas a los padres y manipuladores, solo un recuerdo histórico la juventud alemana hitleriana organizada desde niños y jóvenes, en sus club de recreo y organizaciones. Esto es de volverse loco realmente! Como son capaces de hacer esto, bueno de hacer cualquier cosa por lo visto”, escribió un internauta en Facebook.
La iniciativa de creación de CDR infantiles se produce en un contexto de profunda crisis económica y de incertidumbre sobre el rumbo de la política en Cuba, marcado por la represión a centenares de disidentes y de miles de personas que participaron en las manifestaciones del pasado 11 de julio en distintas ciudades de la isla.
