El representante estadounidense Salud Carbajal encabeza una delegación bipartidista del Comité de Agricultura de la Cámara de Representantes, que llegó a La Habana, Cuba, el pasado sábado. Además del representante Carbajal, demócrata de Santa Bárbara, la delegación incluye a los representantes Jim Baird, republicano por Indiana, y Jahana Hayes, demócrata por Connecticut.
La delegación tenía previsto reunirse con agricultores y expertos agrícolas «para una mejor comprensión de la agricultura y el suministro de alimentos de Cuba,» dijo el medio Sta. Barbara News.
El medio indica además que «los representantes del Congreso también planearon discutir dónde pueden existir oportunidades de beneficio económico mutuo para las empresas estadounidenses y los cubanos, así como el impacto de los productos básicos estadounidenses en los mercados y hogares cubanos.»
“Como miembros del Comité de Agricultura de la Cámara, trabajamos todas las semanas en Washington para rastrear el impacto que la agricultura y el comercio agrícola de EE. UU. están teniendo en las naciones de todo el mundo”, expresa un comunicado de la delegación.
“Y como Estados Unidos es uno de los mayores proveedores de importaciones agrícolas de Cuba, esperamos ver el impacto de los productos estadounidenses y la oportunidad de estudiar las prácticas agrícolas locales”, expresaron además.
Recientemente se conoció que desde Maine, un grupo de empresarios visitó la isla. Según se recogió de esta visita, Cuba estaría interesada en comprar semillas y peces, a los pequeños empresarios.
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La situación alimentaria en la isla cada día se deteriora más, por lo que el gobierno casi de soslayo ha tenido que optar por la compra de alimentos en lugar de producirlos.
Cuba, un país eminentemente agrícola, compra practicamente el 70% de los alimentos que se consumen en el país. Los campos cubanos enfrentan no solo las consecuencias del duro cambio climático, sino un éxodo sin precedente migratorio de los trabajadores del campo hacia la ciudad. La fuerza laboral eminentemente campesina se ha reducido; la mayoría de los hijos de los trabajadores agrícolas no han continuado la tradición de cultivo.
Miles de jóvenes, fuerza laboral activa, no están activamente vinculados a las labores de producción en el campo. Otros cientos de miles se han marchado del país en el último año.
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