Tras confirmar la muerte de 15 militares, entre ellos 9 reclutas del Servicio Militar, en la explosión ocurrida el 7 de enero en una unidad de las Fuerzas Armadas Revolucionarias( FAR) en Holguín, el gobierno cubano decreto Duelo Oficial para este lunes.
«Con profunda consternación nuestro pueblo conoció que trece valientes y abnegados militares, con una conducta ejemplar durante el servicio, fallecieron en el intento de sofocar un incendio en una obra que almacenaba material de guerra de la Región Militar de Holguín, en el Ejército Oriental, a riesgo inminente de su propia vida, para evitar la ocurrencia de una catástrofe», dijo en su cuenta de X el mandataro Miguel Díaz-Canel.
Durante el duelo la bandera cubana ondeará a media asta en los edificios públicos e instituciones militares.
El diario Granma indicó que «las investigaciones determinaron que la posible causa estuvo asociada a un fallo eléctrico provocado por un cortocircuito en el interior de la instalación».
Por su parte un comunicado de las FAR dijo que «a partir de la complejidad extrema en el terreno, debido a las explosiones, los efectos de los gases acumulados y los severos daños ocasionados, así como el peligro real de derrumbes, por la afectación estructural de la obra, es inaccesible el sitio del accidente y, en consecuencia, no existe posibilidad alguna de vida en el lugar».
La muerte de los jóvenes soldados ha incrementado el rechazo al Servicio Militar Obligatorio en Cuba y ha despertado la indignación de varios de los padres de los muchachos fallecidos, cuyos cuerpos no fueron buscados por las autoridades militares.
«Mañana los asesinos de niños de este país quieren hacer una ceremonia en contra de la voluntad de los padres, ni siquiera tuvieron el valor de buscarlos porque son unos pendejos, y ahora quieren hacer duelo nacional. Son unos asesinos», escribió Gretel María, madre del joven identificado como Leinier Jorge Sánchez Franco, de 18 años.
La edad de los muchachos fallecidos en la explosión no sobrepasaba los 20 años.