¡De escándalo! El partido 100 de Lamine Yamal con el Barcelona ayer, ha dejado a todo el mundo boquiabierto

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Cuando Lionel Messi posó en 2007 con un bebé llamado Lamine Yamal durante una sesión de fotos para UNICEF, nadie imaginó que casi dos décadas después ese bebé sería llamado el nuevo genio del fútbol. Ayer, en su partido número 100 con el FC Barcelona, Lamine no solo escribió historia: la arrancó de cuajo, la reescribió y firmó con oro.

En un duelo de semifinal de Champions League contra el Inter de Milán que acabó 3-3, el joven prodigio no solo marcó un golazo, sino que dejó a entrenadores, leyendas y comentaristas sin adjetivos para describirlo. Simone Inzaghi, entrenador del Inter, confesó: «He tenido que poner tres hombres a marcarlo. Es un fenómeno, uno que nace cada 50 años. Nunca había visto nada igual en casi una década». Y lo dice alguien que ha llevado a su equipo a una final de Champions en 2023.

El propio Hansi Flick, su técnico en el Barça, se sumó a la ola de elogios: «Es especial, un genio. En los partidos grandes siempre aparece. Estoy feliz de que este talento juegue en Barcelona». Y no se trata solo de palabras. Flick lo ha dicho en repetidas ocasiones: Yamal no solo marca diferencias en los entrenamientos, sino que en los momentos grandes siempre da un paso adelante.

Lo acompañó el legendario Ally McCoist desde TNT Sports: «Nunca había visto 45 minutos así de un solo jugador». Y como si fuera poco, Erling Haaland, estrella del Manchester City, no se contuvo y subió una historia a Snapchat durante el partido con una frase breve y demoledora: «Este tipo es increíble».

Y lo es. A sus 17 años y 291 días, Lamine Yamal se convirtió en el jugador más joven en marcar en una semifinal de Champions League, superando el récord de Kylian Mbappé. Lo hizo en su partido 100 con el club azulgrana, anotando su gol número 22, y participando en 49 goles en total si se suman sus 27 asistencias. Con la camiseta de la selección española ya ha marcado 4 goles en 19 partidos, incluyendo uno en semifinales de la Eurocopa 2024.

Las comparaciones con Messi o Cristiano Ronaldo, inevitables, solo agrandan su leyenda. A los 17 años, Messi llevaba un gol en 9 partidos; CR7, cinco en 19. Yamal ya suma cinco goles solo en esta edición de la Champions, además de su título de la Eurocopa 2024 conseguido el día después de cumplir 17.

Durante el primer tiempo contra el Inter, Yamal no fue solo un jugador: fue un espectáculo. Cuando Barcelona perdía 0-2, tomó el balón por la derecha, burló a dos defensores, y clavó un zurdazo cruzado que entró pegado al poste. En los minutos siguientes, remató al larguero dos veces y generó más peligro que todo el equipo rival junto. En una acción posterior, dejó sentado a Federico Dimarco con un recorte seco y disparó de nuevo a puerta, obligando a una atajada fenomenal de Sommer.

En números: 102 acciones con el balón, 6 regates completados, 10 centros, 2 ocasiones creadas, 46 pases completados de 61 y 6 tiros al arco, 2 de ellos dentro de los tres palos. Un rendimiento descomunal.

Solo Pedri (107) y Frenkie de Jong (112), ambos centrocampistas, tuvieron más veces el balón en sus pies.

El jugador más joven de Barcelona fue quien mostró el mayor coraje de todos, pidiéndole a sus compañeros calma cuando iban 0-2, y pidiéndole al público del estadio que los animaran más, tras cada acción.

TNT Sports lo calificó como «cheat code». Stephen Warnock fue más allá: «Es un futuro Balón de Oro».

Craig Burley, por su parte, estalló de elogios hacia Lamine Yamal después de que el joven de 17 años anotó en el empate 3-3 de Barcelona con Inter en el primer tramo de la semifinal de la Liga de Campeones.

«Lamine Yamal está ‘fuera de este mundo’«, aseguró.

Raphinha, que también brilló en el partido con una asistencia y el tanto del empate, no dudó en señalar: «Lamine es ya uno de los mejores del mundo. Y lo mejor es que aún no ha cumplido los 18». Hansi Flick, por su parte, fue aún más explícito: “Lamine nos mostró el camino. En el primer tiempo fue decisivo, no solo por su gol, sino por cómo arrastraba marcas y generaba espacios. Estoy orgulloso de este equipo, pero en especial de él.”

El partido, disputado en el Estadi Olímpic Lluís Companys, fue de locos. Inter se adelantó con un gol de Marcus Thuram a los 30 segundos, el más rápido en la historia de las semifinales de Champions. Luego Dumfries marcó el segundo con una volea espectacular tras un córner. Pero entonces apareció Yamal. Y el guion cambió.

Su gol, con una definición de manual al segundo palo, levantó a la afición y metió a Barça en el partido. Poco después, una jugada colectiva entre Pedri, Raphinha y Ferran Torres puso el empate. Dumfries volvió a adelantar a los italianos con un cabezazo y, acto seguido, un disparo de Raphinha rebotó en el travesaño y luego en la espalda del portero Yann Sommer para firmar el 3-3 definitivo. Una auténtica montaña rusa.

Yamal no se detuvo ahí. Asistió, distribuyó, presionó y volvió a rozar el gol al estrellar un disparo en el ángulo del travesaño. “No sé cómo es posible que tenga 17 años. Juega como si tuviera 27 y estuviera en su prime”, escribió Rio Ferdinand en redes. Owen Hargreaves lo resumió así: “Que le den la pelota y que todos los demás se hagan a un lado”.

El récord de precocidad que acaba de conseguir es solo uno más en una lista que parece escrita por un guionista de cine: debutante más joven en LaLiga con 15 años, goleador más joven del Barça y de la selección española, titular más joven en Champions, y ahora, el más joven en anotar en semifinales. Todo eso sin haber llegado aún a la mayoría de edad.

En el vestuario de Inter, mientras tanto, la sensación era de haber sobrevivido a una tormenta. Simone Inzaghi no ocultó su admiración, aunque también apuntó: “En la segunda parte logramos neutralizarlo mejor, pero en la primera, simplemente nos destrozó. Tuvimos que ajustar muchas cosas. Es un talento único, y si me preguntan, no hay otro como él en Europa ahora mismo”.

Las palabras de Inzaghi se alinean con las del legendario técnico italiano Arrigo Sacchi, quien fue más cauto pero igual de contundente: “Yamal fue excepcional, pero el Barça no puede depender solo de él. Su defensa es vulnerable y eso les puede costar en la vuelta”.

Con su estilo eléctrico, su zurda exquisita y su madurez impropia para su edad, Yamal está redefiniendo lo que se espera de un adolescente en el fútbol de élite. Y lo hace sin poses, sin buscar los focos, simplemente jugando. “No me comparo con nadie, mucho menos con Messi. Él es el mejor de todos los tiempos. Yo solo quiero disfrutar y ser yo mismo”, dijo hace poco en rueda de prensa.

Sin embargo, las coincidencias son muchas: ambos nacieron en la Masia, ambos zurdos, ambos extremos derechos con tendencia a recortar al centro, ambos debutaron en Barcelona muy jóvenes… Y ambos marcaron goles imposibles. Pero a diferencia de Messi, que a los 17 era aún una promesa, Yamal ya es una realidad. Una que destroza estadísticas.

Solo esta temporada, el Barça ha marcado más de 150 goles, ha ganado la Copa del Rey (donde Yamal dio dos asistencias en la prórroga ante el Madrid) y aún pelea por LaLiga y la Champions. Todo eso con un equipo joven, sostenido en gran parte por la generación de oro de la Masia que encabezan Yamal, Cubarsí, Balde y Guiu.

El próximo martes, en San Siro, se jugará la vuelta. Barcelona espera recuperar a Lewandowski y Balde aunque perdió a Koundé, mientras que Inter tiene en duda a Lautaro Martínez. Será una final anticipada. Pero pase lo que pase, todos los ojos estarán puestos en el dorsal 19 del Barça. Porque lo que estamos viendo no es solo la aparición de un buen jugador. Estamos ante un fenómeno de época.

Uno que, como dijo Pipo Inzaghi, “nace cada 50 años”.

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