La crisis que enfrenta Cuba en su sistema de salud y educación es un reflejo claro del colapso estructural del país bajo el régimen castrista. Mientras los hospitales y escuelas en la Isla sufren un déficit alarmante de médicos y maestros, el gobierno continúa exportando estos recursos humanos escasos a otros países, como si fueran un producto más en su catálogo de exportaciones. Este desbalance no solo evidencia la desconexión del régimen con las necesidades de su pueblo, sino también una estrategia cínica de supervivencia económica a costa del bienestar de los cubanos.
El reciente envío de 198 médicos cubanos a México, como parte de un acuerdo con la administración de Andrés Manuel López Obrador, es solo la punta del iceberg.
Vía 14ymedio.
Se espera que en total se desplieguen más de 5,223 galenos cubanos en ese país, bajo el pretexto de cubrir áreas rurales y marginadas, detalla 14ymedio. Sin embargo, la realidad es que muchos de estos profesionales ven en estos destinos una oportunidad para escapar de las condiciones opresivas en Cuba, aprovechando la cercanía con la frontera estadounidense o simplemente buscando quedarse en México, un país con mejores perspectivas de vida.
Mientras tanto, en Cuba, los hospitales están cada vez más desprovistos de personal capacitado. La falta de médicos y especialistas es evidente para cualquiera que necesite atención médica en la Isla. Las largas colas, la falta de medicamentos y la atención deficiente son la norma, no la excepción.
vía 14ymedio
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Este panorama desolador contrasta con el relato triunfalista que el régimen intenta vender al mundo, presentando a estos médicos como héroes solidarios, cuando en realidad son víctimas de un sistema que los explota y los utiliza como peones en su juego diplomático.
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La situación en el sector educativo es igualmente crítica.
En un tuit reciente, el espía y ahora dirigente oficialista Gerardo Hernández Nordelo celebró la llegada de 28 maestros cubanos a Jamaica para «apoyar el sistema educativo» de ese país.
Esta noticia resulta insultante para los cubanos, especialmente cuando se conoce que para el próximo curso escolar en Cuba hay un déficit de 24,000 maestros, según reportó el diario oficialista Escambray. Mientras Cuba envía educadores al extranjero, las aulas en la Isla se llenan de estudiantes sin maestros suficientes, lo que agrava la crisis educativa que arrastra el país desde hace décadas.
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La exportación de médicos y maestros es, en esencia, una fuente de ingresos para un régimen desesperado por divisas, pero que no ofrece soluciones reales a los problemas internos. El gobierno cubano ha perfeccionado el arte de vender la miseria de su pueblo como si fuera un acto de altruismo internacional, cuando en realidad es una maniobra más para llenar las arcas del Estado mientras desatiende las necesidades básicas de su población.
En este contexto, es imposible no cuestionar las verdaderas intenciones del régimen cubano. ¿Se trata realmente de solidaridad internacional o de una desesperada táctica de subsistencia? Los cubanos, tanto dentro como fuera de la Isla, conocen la respuesta.
