La «movilidad» de los cubanos es la culpable de que haya tanto COVID-19 en la isla, según un parcializado informe oficial que deja a un lado muchas otras causas.
Cuba reportó nuevo récord de casos de coronavirus en la isla con 9 mil 772 nuevos casos confirmados con el SARS-CoV-2, patógeno causante de la Covid-19, y estuvo a punto de rozar la barrera de los 10 mil. Los números ni siquiera son un dato fidedigno por cuanto hay, según reportes en redes sociales y por periodistas independientes que lo denuncian, casos de COVID-19 en la isla que no se reportan oficialmente porque… ¡no hay PCR para confirmarlos! La isla reportó además 68 fallecidos por complicaciones con la enfermedad.
El anterior registro más elevado de casos de covid para una jornada fue el 1 de agosto, cuando se informó de 9 mil 747 contagios de coronavirus. Tras el reporte de este martes -con una elevada positividad del 23.8 por ciento- la cifra total de diagnosticados desde marzo de 2020 aumentó a 536 mil 605.
De las muertes de este martes, tres eran mujeres embarazadas y también falleció un niño de nueve años.
El jefe de Epidemiología del MINSAP, Francisco Durán, lamentó estos fallecimientos en su comparecencia televisiva.
El niño era residente en el municipio Moa, en la oriental provincia de Holguín, y el Dr. Durán señaló que el pequeño presentaba algunas comorbilidades, aunque no dio más detalles al respecto.
Entre los reportes de fallecidos por COVID de la jornada se incluye el destacado nefrólogo y profesor Charles Magrans, “fundador de la especialidad, del Instituto y padre indiscutible de los estudios por la calidad de la hemodiálisis”, apuntó también el Dr. Durán García.
El portal oficialista Prensa Latina calificó como «preocupantes» las cifras del COVID y dijo que «sobre el diagnóstico en personas menores de 20 años, reportó la alarmante cifra de dos mil 23 confirmados en las últimas 24 horas, la más alta desde el pasado año, de ellos mil 912 en edades pediátricas».
Actualmente 475 pacientes se encuentran ingresados en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), de los cuales 142 se encuentran en estado crítico y 333 graves.
Gobierno de Cuba continúa echándole la culpa a los cubanos
Mientras el gobierno continuó culpando a los cubanos de la crisis con la COVID-19, y mencionó entre las causas, paralelo a la aparición en la isla de la variante Delta, a las indisciplinas sociales.
Un informe publicado en la web oficial del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) señala que la Delta, variante del SARS-CoV-2, es la de mayor contagiosidad, y que está presente en todas las provincias del país, pero olvida muy convenientemente mencionar que con casi toda seguridad esta entró al país por Varadero, «alojada» en algún cuerpo de algún turista ruso, de esos que el régimen se niega a dejar de recibir.
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El MINSAP achaca esta dispersión de la variante Delta a la movilidad de las personas y al incumplimiento de las medidas de prevención, y dice que la delta infecta tanto a las personas vacunadas como a las que no lo están; al tiempo que aclara que las vacunas no previenen la infección, sino las formas graves de la enfermedad.
En Cuba la variante que predominó desde el inicio de la pandemia fue la conocida como D614G; pero a fines de 2020 se detectaron otras variantes a partir de la entrada de viajeros en el país. En enero se detectó la variante Alfa; en febrero la Beta; y en abril, la Delta, la cual prevalece actualmente en provincias como Ciego de Ávila, Cienfuegos, Holguín y Guantánamo, además de La Habana y Matanzas.
«Por lo general, la criticidad en un paciente COVID-19 llegaba a los siete días, pero este periodo se ha adelantado hasta alrededor de los cinco días, a la vez que se está prolongando en el tiempo. Hay personas que entre los días 12 y 14 de la enfermedad todavía pudieran presentar complicaciones, lo que habla de un comportamiento más agresivo», explica el reporte.
Con la Delta han aparecido otras complicaciones asociadas a manifestaciones de disfunción de órganos que forman parte de los procesos cardiovasculares, renales y digestivos; se manteniene la neumonía como prevalente, aunque más severa.
Sin embargo, el reporte científico adolece de otras explicaciones tales como la falta de insumos hospitalarios y de los medicamentos en farmacias, que se unen a una alimentación deficiente, que impide al cubano tener un sistema inmunológico fuerte de cara al virus.
El informe no habla tampoco de la crisis que hay actualmente en la isla; ni menciona el hecho de que el gobierno cubano tuvo un año y medio para montar otras fábricas de oxígeno medicinal, pero prefirió seguir concentrando toda la producción en una empresa que gestiona la producción del 95% del oxígeno a nivel nacional.
Por supuesto, tampoco habla de la falta de higiene en los hospitales; ni de la carencia de ambulancias. Tampoco dice que los cubanos se tienen que mover, a veces kilómetros, y hacer desorganizadas colas para poder conseguir alimentos.
Una vez más el régimen de Cuba se quita el lastre de su responsabilidad, y culpa de la actual crisis sanitaria que vive el país por el coronavirus a la población, algo típico de un gobierno que intenta infructuosamente mostrar a sus dirigentes como capaces, cuando la realidad de 62 años de gobierno «socialista», dice todo lo contrario.
