Hasta el propio sistema se devora sus intenciones de florecimiento comercial, con las trabas burocráticas en Cuba
Cuba parece resuelta a dejar a un lado su tradicional mojigatería ideológica cada vez que organiza un evento en función de atraer inversionistas extranjeros y vender su mano de obra barata.
La isla, al menos en el papel oficial, parece un diamante en bruto dispuesto a ser cortado por órfebres extranjeros. Da igual en el sector que sea.
Por ejemplo, en la extracción de petróleo, hay sus altas y sus bajas. Recientemente, la compañía australiana Melbana, que hasta no hace muy poco pregonaba que avanzaba en la perforación de evaluación de petróleo en Cuba, suspendió las exploraciones en uno de los pozos y volvieron a un descubrimiento previo. Ahora, se conoce que campaña para la exploración de dos pozos nuevos comenzará en el primer trimestre del próximo año, en el Bloque 9 en la costa de Cuba.
Las perforaciones previas no parecen haber dado los resultados esperados pero le sirvieron, señalan, para «obtener una comprensión más profunda de la geología del subsuelo en el Bloque 9, así como a adquirir una valiosa experiencia en la perforación de este tipo de formaciones en Cuba.»
Melbana, que opera el Bloque 9 con una participación del 30 %, está siendo financiada en su totalidad por su parte de los costos de evaluación por Sonangol, de propiedad estatal de Angola, que está adquiriendo la participación mayoritaria del 70 %.
“Esperamos comenzar este emocionante trabajo en el nuevo año y, con suerte, comenzar el próximo capítulo de nuestro viaje en Cuba como productor de petróleo”, declaró el presidente ejecutivo de Melbana, Andrew Purcell.
No todos, es comprensible, apuestan por el negocio de extracción de petróleo en Cuba. Algunos aspiran a vender cocinas de gas. Entre los que más intenciones mercantiles manifiestan, están los empresarios mexicanos y españoles.
Un despacho, desde La Habana, firmado por la agencia Reuters, indica que Cuba firmó ayer martes varios acuerdos de inversión «valorados en alrededor de $ 400 millones de dólares».
La agencia cita fuentes oficiales, que refieren la rúbrica de «30 acuerdos de inversión extranjera más que en 2021, (…) pero muy por debajo de los niveles previos a la pandemia de alrededor de $ 2 mil millones.»
Entre las fuentes utilizadas, destacan las palabras del Primer Ministro Manuel Marrero Cruz, quien otra vez insistió en los culpables de siempre, para explicar por qué Cuba no ha avanzado más en ese sector, aunque reconoció la existencia de una burocracia interna.
A su juicio, los Tres Mosqueteros de la culpabilidad de los males de Cuba son:
- Las sanciones de Estados Unidos.
- La inestabilidad internacional actual
- La burocracia estatal notoriamente ineficiente de Cuba.
“Tenemos que desterrar toda esa burocracia innecesaria y generar nuevas oportunidades que sean atractivas para los empresarios extranjeros”, dijo Marrero durante su intervención en un foro de inversión en la capital, en el marco de la Feria Comercial de La Habana (FIHAV 2022)
Reuters señala que Cuba «espera un crecimiento económico de solo el 2% este año, la mitad de lo previsto y poca ayuda para la nación caribeña, donde el PIB ha disminuido un 9,8% desde 2019.»
Cuba, indica Reuters, le debe millones a sus socios inversores, pero dice Marrero que el gobierno garantizó – o garantizará – «el cumplimiento de los pagos atrasados en la medida que las condiciones financieras lo permitan”, que en el caso de Cuba es como decir nunca.
Así y todo hay quienes insisten en hacer negocios en Cuba. En invertir, pero de esos ya hablaremos en otro momento.
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