El regreso de Western Union no mejorará las condiciones económicas en la isla. Para lograr una recuperación sostenible, se requerirán medidas adicionales que aborden las raíces de la crisis económica de Cuba.
La reciente reanudación de los servicios de Western Union en Cuba ha tenido un impacto significativo en la economía de la isla, particularmente en la tasa de cambio del peso cubano frente al euro y el dólar.
La noticia ha sido recibida con entusiasmo por muchos cubanos que dependen de las remesas para su subsistencia diaria, y ha provocado movimientos notables en el mercado cambiario, pero…
Según informan medios enfocados en el tema cubano, la reapertura de Western Union ha coincidido con una notable caída en el valor del dólar y el euro en el mercado informal de la isla.
Desde su salida en 2020, debido a las restricciones impuestas por la administración Trump, Western Union había dejado un vacío que fue ocupado por transferencias informales y otros métodos alternativos. Con su regreso, los canales formales para el envío de remesas han recuperado protagonismo, afectando directamente la oferta y la demanda de divisas extranjeras en el país.
El dólar estadounidense, que en las últimas semanas había alcanzado valores cercanos a los 400 pesos cubanos (CUP) en el mercado informal – específicamente llegó a alcanzar los 395 – ha visto una reducción significativa.
Al amanecer del 19 de mayo, no solo el dólar, sino también el euro, registraron una fuerte caída en el valor de venta promedio en el mercado informal cubano.
El dólar bajó a 380 pesos en tan solo cuatro días, cinco pesos menos que el día anterior. Mientras que el euro, bajó también otros cinco pesos y este domingo su valor se situó en 390 CUP en relación con su valor del sábado.
Este cambio puede atribuirse a varios factores relacionados con la reintroducción de Western Union, al habilitarse un canal seguro y confiable para el envío de dinero (remesas) desde el extranjero a la isla.
Con la entrada de la agencia, aumentará indiscutiblemente la cantidad de divisas que ingresan al país por vías oficiales y habrá más dinero circulante, lo que reduce la necesidad de recurrir al mercado informal y volátil, donde los precios son significativamente más altos debido a la escasez y los riesgos asociados.
La reactivación de Western Union también podría tener efectos colaterales en otros aspectos de la economía cubana, al aliviar parte de la presión inflacionaria que afecta a los precios de los bienes de consumo básico, al aumentar la oferta de divisas y, por ende, fortalecer ligeramente el poder adquisitivo del peso cubano. Por otro lado, indiscutiblemente, podría influir en la estabilidad del mercado financiero cubano, proporcionando una fuente adicional de ingresos en divisas para el gobierno, lo cual es crucial en un momento de crisis económica profunda.
No obstante, este respiro es relativo y no debe interpretarse como una solución a largo plazo para los problemas económicos de Cuba.
La economía cubana sigue enfrentando desafíos estructurales significativos, incluyendo la necesidad de reformas más profundas y la apertura a mercados internacionales. La reanudación de Western Union es un paso positivo, pero no suficiente para resolver las complejas dificultades económicas del país.
Tal vez un resumen de todo esto lo expresó el internauta Eduardo Díaz Delgado cuando, en un largo post publicado en Facebook expresó grosso modo que, podrán venir 500 Western Union, pero si no se produce y se inyecta dinero desde dentro a la economía cubana, no habrá una solución real definitoria al raquitismo del valor del peso cubano.
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