Sería lindo inscribir, en algún rincón del parque ecológico Monte Barreto, la máxima “Pro gloria tortillae et honor diversi sexuum”… Le daría tremendo caché a un evento que, sin embargo, ni busca ni necesita tanta solemnidad, porque se basa en el amor y la inclusión: se trata de las Tortiolimpiadas, que desde 2013 reúnen a la comunidad LGTBQI+ de Cuba en torno al deporte.
La séptima edición tuvo lugar el pasado 9 de abril, en el descampado aledaño a la calle 70, en el municipio habanero de Playa, y que incluyó juegos de voleibol, softbol, fútbol, atletismo, pulso y juegos de mesa como el dominó, entre otras competiciones.
Si bien la iniciativa convoca principalmente a mujeres lesbianas de todas las edades, igual ayuda a visibilizar a diversos colectivos bajo el cubanísimo lema “Por la gloria de la tortilla y el honor de nuestros sexos diversos”. El logo es un elocuente huevo frito, con cinco yemas entrecruzadas como los aros olímpicos.
La activista Yamila Saez compartió en su muro de Facebook imágenes de la reciente experiencia, la cual resumió como “una jornada de armonía de la comunidad con la naturaleza”, donde sobre todo “se respiró amor a la vida”.
“Gracias a l@s organizador@s de ese evento anual por concebir y mantener esta idea. Por educar a sus miembros en el amor y respeto a todo ser humano y la responsabilidad con el espacio que habitamos pues al terminar el día se recogieron todo los desechos y el lugar quedó como lo encontramos. Desde ya esperamos la próxima edición”, agregó Saez..
A su vez, Rus King Roman compartió una abundante galería de imágenes de la jornada, mujeres de todas las edades, con la sonrisa como denominador común en los rostros divertidos. “¡Sin duda un espacio repleto de buena vibra, energía y amistad!”, escribió.
Entre las características de estos Juegos destacan los números de cada participante, escrito directamente en la piel, así como la lectura del Juramento Tortiolímpico, misión que suele recaer en la más destacada de la edición previa, la “Tortillera del año”. Por cierto, el evento reivindica dicho término para referirse a las lesbianas, y lo desnuda de toda carga despectiva.
Todo es autogestionado, sin apoyo institucional. En sus orígenes, la tienda Clandestina tuvo a su cargo la organización, diseño y promoción. En Cuba falta mucho, cultural y socialmente, para que exista algo como la Federación Europea del Deporte Gay y Lesbiano (EGLSF, siglas en inglés) que promueve la visibilidad LGTBQI+ en el mundo deportivo.
A su vez, los pasados Juegos Olímpicos, celebrados en Tokio, fueron los más inclusivos de la historia, con más de 160 competidores abierta y orgullosamente LGTBQI+. ¿Cuántos de ellos eran cubanos? No queda claro, pero ninguno de ellos… compitió en las Tortiolimpiadas…
