El gobierno cubano ha anunciado que se realizará una nueva edición del Festival Internacional Varadero Gourmet, un evento culinario programado del 20 al 23 de septiembre en el Centro de Convenciones Plaza América de Varadero.
Sin embargo, este anuncio ha generado críticas y controversias, ya que ocurre en medio de una profunda crisis alimentaria en el país caribeño.
A pesar de que la comida es cada vez más difícil de conseguir para la mayoría de la población cubana debido a la escasez y los altos precios provocados por las políticas económicas, el gobierno, junto con el Ministerio de Turismo y Lis Cuesta, promueve este festival bajo el pretexto de “salvaguardar” la comida criolla cubana.
Según el régimen, el evento brindará una oportunidad para que emprendedores y representantes nacionales e internacionales exhiban productos que respaldan la industria turística de Varadero, el principal destino de playa de Cuba.
Como se dice en el sitio web del medio oficialista de Radio rebelde “el evento buscará promover temáticas referentes a la fusión de culturas en la cocina, los maridajes de espirituosos, habanos, chocolate y café, las tendencias actuales en la gestión de alimentos y bebidas y la sobremesa con coctelería”.
Aunque reconocen las «complejidades actuales,» insisten en que el evento mostrará el talento y la dedicación de quienes trabajan y viven en Cuba.
Sin embargo, la población cubana, en su mayoría, no puede disfrutar de los beneficios de este festival culinario.
Este evento se realiza en medio de una situación que el portal Peoples World plantea como “precaria debido a la interminable escasez de alimentos, los altos precios y los bajos ingresos”.
Esta crisis estructural llega no solo a los alimentos, el combustible, el agua, el equipamiento, y la actual falta de liquidez golpea fuerte la realidad diaria de la población en la Isla.
A lo largo de décadas, los cubanos se han visto marginados de las políticas y promesas gubernamentales que no han logrado mejorar significativamente su calidad de vida.
