El expresidente estadounidense Donald Trump aseguró que, si regresaba a la Casa Blanca para 2025, le daría a Pekín dos días para que saque todas sus instalaciones militares de Cuba, o impondría a los productos chinos aranceles e impuestos por miles de millones de dólares.
“En Cuba, a 90 millas de nuestra costa, piense en esto… China ahora está construyendo instalaciones militares en Cuba y (el presidente Joe) Biden no quiere hablar de eso”, dijo Trump al intervenir en una conferencia anual de la Coalición Fe y Libertad.
Fiel a su estilo, el magnate dio por seguro su vuelta a la presidencia, que ya ejerció entre 2017 y 2021, y dijo que le informaría a China que le daba 48 horas para sacar cualquier equipo militar y de espionaje de Cuba o le impondría impuestos y aranceles como nunca antes habían visto.
El asunto está en que las agencias de inteligencia estadounidenses rastrearon a empleados de las empresas chinas Huawei y ZTE, dos gigantes de las comunicaciones y la tecnología, en presuntos centros de espionaje de China en Cuba, según informó el diario The Wall Street Journal (WSJ).
Si bien Huawei rechazó tales acusaciones en un comunicado, ZTE y la Oficina del Director de Inteligencia Nacional de Estados Unidos no respondieron a la solicitud de comentarios del WSJ.
Al respecto, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de EEUU, John Kirby, dijo que el informe «no es exacto» y la embajada de Cuba en Washington calificó el artículo de «información totalmente falsa e infundada»: la misión diplomática china ni se molestó en comentar el asunto.
A su vez, un funcionario de la Administración Biden confirmó que China ha estado llevando a cabo actividades de espionaje en los Estados Unidos desde una base ubicada en Cuba, aunque aclaró que no es un problema reciente sino heredado de gobiernos anteriores.
«De hecho, la República Popular China llevó a cabo una mejora de sus instalaciones de recopilación de inteligencia en Cuba en 2019. Esto está bien documentado en el registro de inteligencia», aseguró la fuente, que habló al medio Politico bajo condición de anonimato.
Asimismo, explicó que el presidente Biden instruyó a su gobierno para abordar el problema inmediatamente y que “en cuestión de meses” así hicieron. Sin entrar en detalles, afirmó que lograron ralentizar las actividades chinas gracias a compromisos diplomáticos.
Las nuevas revelaciones provocaron reacciones de crítica directa de congresistas republicanos, que pidieron a la administración Biden que dejara de ignorar la amenaza de China.
