El fallo se dio a conocer por la jueza Sara Cockerill de la sala Comercial del Tribunal Superior de Londres el 22 de junio, marcando un hito en el historial legal del gobierno cubano, señalan medios independientes cubanos.
Es precisamente los impagos, el punto clave en toda esta historia. La nación caribeña tiene un larguísimo pedigree no solo como mala acreedora, sino como nación reacia a lograr acuerdos de reestructuración de su deuda.
CRF1 solo demanda a Cuba por solo dos de los préstamos superiores a los 70 millones de dólares, pero una victoria en la Alta Corte podría dar lugar a más juicios de otros tenedores de deuda, con reclamos contra Cuba ascendentes a miles de millones de dólares.