mientras Granma celebra avances en la energía solar, como la sincronización del parque "Camilo Cienfuegos", la crisis energética de Cuba continúa afectando gravemente a la población. A pesar de los esfuerzos por diversificar las fuentes de energía y de las nuevas exenciones fiscales para las energías renovables, el déficit energético sigue siendo un desafío enorme que requiere una respuesta más contundente y a largo plazo.
Según datos ofrecidos por la Empresa Eléctrica Provincial, Fomento, como el resto de los municipios del centro del país, enfrenta cortes de electricidad que pueden superar las 20 horas diarias.
La gente en Cuba sigue cocinando con leña o carbón, perdiendo comida por falta de refrigeración, viviendo sin ventiladores en un verano que ya comienza, y sin esperanza de que el gobierno les diga la verdad sin maquillaje solar.
Por décadas, los titulares de la prensa oficial cubana han jugado a una promesa infinita: la inminente mejora de la energía eléctrica, el transporte...
El Decreto 110/2024 no resuelve el problema de fondo. En lugar de estabilizar el sistema energético, crea un muro más para los emprendedores en un país donde levantar un negocio ya es un acto heroico. ¿Y Canel? Muy cómodo en su despacho, delegando la responsabilidad a los privados mientras el pueblo sigue a oscuras. Literal y metafóricamente.
Mientras el gobierno cubano sigue presentando una imagen optimista en foros internacionales, la población cubana enfrenta un panorama sombrío. Las largas horas sin electricidad, la imposibilidad de cocinar o refrigerar alimentos, y la falta de expectativas de mejora han llevado a muchos cubanos a cuestionar el liderazgo del país y a exigir soluciones reales.
La población cubana, como cada día, continúa lidiando con largos apagones y una creciente frustración. Curiosamente en Holguín, provincia donde se encontraba de visita el designado a dedo, no se fue la corriente.
Mientras tanto, Cuba enfrenta un déficit de generación de hasta 1,383 MW, afectando tanto las plantas termoeléctricas como las de generación distribuida, lo que agrava la situación
A medida que se alargan los apagones, la paciencia de los cubanos se agota. Las temperaturas de hasta 35 grados y la proximidad del nuevo curso escolar solo agravan una situación que ya era insostenible. Mientras tanto, la Guiteras, lejos de ofrecer la tan necesaria estabilidad, sigue sumida en la oscuridad, dejando a todo un país en vilo.
La situación ha dejado a estos residentes en el SW de Miami en una lucha constante por recuperar la normalidad en sus vidas mientras esperan una solución definitiva.
La falta de electricidad es una de las angustias actuales para que solo la mitad de la población cubana reciba el preciado líquido de manera estable. La sequía, la falta de red de distribución, roturas en las conductoras, robo de combustible y de tuberías, falta de combustibles y piezas para mover las llamadas pipas, son otras de las causas.