USA Rice y los líderes de la industria del arroz en los EE.UU. insisten en su interés hacia Cuba y a través de un grupo de declaraciones y una legislación, buscan facilitar el camino para las exportaciones de arroz de EE. UU. a la isla.
Para ello, para lograrlo, lo primero es eliminar las barreras al comercio de EE. UU. con Cuba, reflexionaron algunos de estos líderes en sus declaraciones.
Ambos grupos pertenecen a la Coalición Agrícola de EE. UU. para Cuba, un grupo que apoya la mejora del comercio agrícola entre EE. UU. y Cuba.
El vicepresidente de Política y Asuntos Gubernamentales de USA Rice, Peter Bachmann, dijo que «USA Rice quiere que se adopte un enfoque gradual tanto administrativa como legislativamente para aliviar las restricciones actuales sobre el comercio, los viajes, la financiación, etc., de modo que Cuba pueda hacer crecer su economía y convertirse una vez más en un importador comercial confiable de arroz estadounidense». Y añadió:
“Sin embargo, cualquier acción legislativa que liberalice la relación entre Estados Unidos y Cuba es vista como muy polémica entre un grupo bipartidista dentro del Congreso debido a las implicaciones políticas para el sur de la Florida y Miami, donde hay una densa población cubana y cubanoamericana.»
Bachmann señaló que la administración del presidente Joe Biden no ha priorizado las relaciones con Cuba como lo hizo el presidente Barack Obama y asume que lograr una legislación en ese sentido es difícil, pues aunque existe una mayoría demócrata en el Congreso es casi imposible lograrlo por el empuje de la parte republicana».
«Independientemente de las acciones administrativas que se tomen, la acción del Congreso para permitir el financiamiento y/o el levantamiento del embargo son necesarias para que se reanude el comercio normal», dijo Bachmann.
Así lo recoge el Northwest Arkansas Democrat Gazzette en un artículo donde añade que Cuba fue, alguna vez, un importante mercado «para las exportaciones de arroz de EE. UU.»
Siendo Arkansas, un estado que cultiva casi la mitad de todo el arroz producido en EE. UU., y siendo Cuba un país enteramente consumidor de arroz la ecuación para estos empresarios es sencilla: de Cuba a Arkansas hay apenas mil 600 kilómetros, sin embargo la isla caribeña importa arroz de países asiáticos y sudamericanos.
Así lo recoge en su comunicado de prensa reciente la organización de Cuba Rice.
El Northwest Arkansas Democrat Gazzette señala en su artículo que «actualmente, Cuba puede comprar arroz de EE. UU. legalmente si el importador paga en efectivo por adelantado y utiliza un banco de un tercer país, como el Banco de Canadá, como intermediario para permitir el intercambio de dinero, según la Ley de Reforma de Sanciones Comerciales y Mejoras a las Exportaciones de 2000.»
Sin embargo, si se aprobase la legislación, si se permitiese la compra por vías más factibles económicamente hablando para Cuba, esta «permitiría a los bancos estadounidenses proporcionar financiamiento directamente a los compradores cubanos y ayudaría a los exportadores estadounidenses a competir por mejores condiciones crediticias».
El artículo añade que en Cuba se está experimentando una severa crisis y que los cubanos enfrentan «escasez de alimentos, energía, medicinas y combustible,» para luego incurrir en su sonado dislate cuando expresa: «La economía de Cuba se está recuperando gradualmente», y cita un informe de Reuters del 21 de julio en el que se expresa que «debería mostrar un crecimiento este año, pero la economía del país todavía está un 7,3% por debajo de lo que estaba en 2019».
La Gaceta recoge que, en el año 2015, «el gobernador Asa Hutchinson pidió a Arkansas que se posicionara para exportar productos como arroz y aves a Cuba, mientras el Congreso consideraba poner fin al embargo comercial de 50 años con la nación»
Añade que en el 016, los miembros de la Federación de Arroz de Arkansas viajaron a Cuba para discutir el futuro del comercio, pero con la llegada de Trump al poder todo quedó congelado e incluso, se eliminaron algunos acuerdos alcanzados.
El diario señala que, el pasado mes de mayo el presidente Joe Biden alivió las sanciones de la era Trump contra Cuba, centrándose en ampliar los viajes y facilitar que las familias visiten a familiares en el país.
Pero, del arroz, no se ha hablado o legislado ni cáscara.
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