Rolando Remedios, el joven cubano de la foto que recorrió el mundo como símbolo de las protestas en la isla el pasado 11 de julio, contó a AFP qué pasaba en esos momentos en que lo captó la cámara mientras era reprimido y su posterior experiencia en prisión.
Su imagen se volvió viral y su foto recorrió el mundo como un momento icónico de las protestas antigubernamentales del 11 de julio en Cuba. De ese día y los posteriores en prisión, entre tantas cosas, el joven Rolando Remedios se queda con el duro recuerdo de sentir cómo golpeaban a los presos con mangueras y palos.
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Él se enteró de las manifestaciones en varias ciudades del país y en La Habana a través de las redes sociales y decidió unirse al pueblo que estalló ante la crítica situación económica y sanitaria en la que se encuentra la isla.
Fue entonces que, frente el famoso Capitolio, la agencia de prensa captó cuando varios policías arrestaron con fuerza desmedida a Rolando, mientras uno de estos, vestido de civil, lo sujeta por el cuello para introducirlo en la patrulla.
«Me arrestaron mientras intentaba ayudar a un manifestante que estaba en el piso después de ser golpeado», contó el joven de 25 años, cuya foto recorrió el mundo.
Ahí comenzó su odisea en manos de la policía. Vivió experiencias que no titubea en calificar de traumáticas, porque nunca olvidará lo que escuchó y sintió durante los 26 días que lo mantuvieron cautivo.
Primero lo llevaron a una estación de policía, en donde se negó a prestar declaración; hasta que en la madrugada, alrededor de las 4:00 am, lo trasladaron junto a 50 cubanos a otra prisión en el sur de La Habana.
Según cuenta a la Agencia Francesa de Prensa (AFP), «había perros, la idea era aterrorizarnos. Luego nos empujaron contra una pared con las manos detrás de las espaldas y muchos fueron golpeados».
Primero lo pusieron en aislamiento y después, en un calabozo con otras personas, en lo que fue una “noche traumática”, a merced de las fuerzas represivas y el gobierno, que alimentó la persecución a los manifestantes.
“Me sentía totalmente impotente y había muchos gritos y el sonido de mangueras y palos golpeando los cuerpos uno tras otro. Fue doloroso», afirma este joven de 25 años, protagonista, sin pedirlo, de una foto que recorrió el mundo.
AFP detalla que estuvo mucho tiempo sin salir al aire libre siquiera un momento; dos semanas después lo movieron para otra cárcel, hasta que fue liberado el seis de agosto pasado.
“Hace unas horas fui excarcelado. Sigo preso, aunque me encuentre aquí, como diría El Aldeano”, escribió en su cuenta de Twitter ese día el joven, junto a la foto que recorrió el mundo en medios de comunicación y redes sociales.
«No me dijeron si era una libertad condicional. Ni yo ni mi abogado sabemos qué medidas se tomaron en mi contra”, explica Remedios a la agencia.
En su caso particular, este estudiante de Ciencias Médicas de la Universidad del Pueblo en California –cursa la carrera online- salió a protestar por «la terrible gestión del gobierno de la crisis de salud» y para mostrar su apoyo a los presos políticos.
Aunque pasó desapercibido en ese entonces, Rolando visitó al Movimiento San Isidro cuando el grupo opositor estaba en huelga de hambre en noviembre de 2020 mientras reclamaban la libertad del rapero Denís Solis, para mostrar también su apoyo.
Hoy en la calle, Remedios sabe que algo cambió para él y miles de cubanos desde el 11 de julio y no solo porque la foto mientras era reprimido recorrió el mundo.
«Pensé que esto podría marcar el fin del sistema. Aunque sabía que no terminaría ese día, sería un duro golpe», valora sobre la trascendencia de unas protestas que no pasaron por gusto para el mundo.
