Periodista oficialista «despierta» tras conocer Centro de Aislamiento

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Una periodista oficialista cubana acaba de despertar de un largo sueño, más bien un letargo o el hibernar de un oso. Tras cruzar las puertas de un centro de aislamiento en la provincia de Ciego de Ávila con unas condiciones higiénico-sanitarias tan paupérrimas, a tenor de quedarse sin trabajo, ser expulsada e incluso multada «bajo el amparo del decreto-ley 305» exclamó:

«Si este debe ser el fin de mi corta carrera como periodista lo asumo con total responsabilidad».

Las imágenes compartidas muestran uno de los baños del edificio donde permanecen aislados los niños. Después de ver la costra de churre y moho en el baño, a la periodista se le cayó la venda.

Y no es la primera a la que se le cae la venda por estos tiempos.

Se trata de uno de los baños -que muy probablemente estén así todos los baños- de la escuela militar Camilo Cienfuegos, en Ciego de Ávila. Una de las tantas escuelas Camilitos en el país, que otrora eran para el gobierno cubano motivo de orgullo y satisfacción.

Al parecer le pisaron el callo a la periodista: la fastidiaron. Suelen permanecer muchos ciegos, sordos y mudos ante los problemas de los demás, y reaccionan únicamente cuando se ven afectados personalmente o alguno de sus familiares.

Otra versión de los hechos es que ahora es que la autorizaron a indagar en donde antes no era enviada a cubrir noticias.

Lo cierto es que este Centro de Aislamiento es la «norma» en el país. Nada que ver con el Centro de Aislamiento donde pasó la COVID-19 la viceprimera ministra cubana Inés Chapman Vaugh, junto a su hijo. Aquello era prácticamente un hotel.

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Tras ver tamaña suciedad e irreponsabilidad, que no tiene que ver con el embargo, la periodista Arlety White Morales estalló en ira.

«Considero que estas no son condiciones para tener a infantes que ni siquiera saben si son positivos a la COVID-19. Lo escribo con dolor y con plena conciencia», refirió esta joven que vivía obnubilada y confiada en el sistema que a través de los medios vende sus estrategias de salud como una gran fortaleza.

El gobierno cubano, por estos días, ha reseñado como ante el auge de la covid-19 en el país han habilitado varios centros de aislamiento y hasta han convertido en hospitales de campaña varias terminales interprovinciales.

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Sin embargo, la realidad es que el gobierno solo ha dicho que abrió esos centros, pero no han detallado cuáles son las condiciones. Es por ello que ahora Arlety chocó contra la verdad; al ver las condiciones higiénico sanitarias del lugar.

Por extraño que parezca, al parecer la joven periodista vive enajenada no solo de la Cuba más «real», sino también de la «virtual». Al parecer tiene muy bien «filtrado» lo que le aparece en su timeline de Facebook, pues las denuncias sobre los centros de aislamiento, la situación sanitaria en estos, así como el modo tan desastroso como se trabaja ahí dentro, uniendo a posibles sospechosos con personas sanas, y hasta positivos con sanos, ha sido una denuncia constante desde mayo del 2020.

Uno de los periodistas que primero denunció esto fue el joven Michel Hernández. También lo hicieron, independiente de su profesión, la cubana Yalily Hernández (criticó las condiciones de la Escuela de Iniciación Deportiva (EIDE) Marina Samuel Nobles); y también la activista y periodista independiente Dairis González Ravelo (Politécnico de la Salud de Morón).

Al parecer, y a pesar de que Michel Hernández es toda una referencia entre los periodistas cubanos de la actualidad, y una casi que obligada lectura, Arlety White jamás leyó este post:

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