La nueva marca cubana de cerveza llamada «Parranda» ha llegado al mercado nacional de la isla como resultado de una empresa conjunta entre la comercial cubana Cubron y Swinkels Family Brewers Spain SL, una filial española del grupo Swinkels Family Brewers. Esta cerveza se destaca por ser producida en una industria moderna ubicada en la Zona Especial de Desarrollo de Mariel (ZED), con una capacidad de 1.5 millones de hectolitros por año, gracias a un inversión extranjera que se estima en aproximadamente 100 millones de dólares.
World Nation News revela que «Parranda» complementa la oferta de cervezas cubanas que actualmente es insuficiente en el mercado. La cerveza tiene un contenido de alcohol «estandar» del 4.8% (4,2% y 4,5% son también otros «modelos estandar» en el nivel de alcohol).
Esta cerveza, tipo lager moderna, color dorado, con baja densidad y carbonatación media-alta, han afirmado que se empaqueta en botellas de plástico reciclable con tapones de rosca, lo que reduce el consumo de energía y las emisiones de contaminantes al medio ambiente.
En el pasado, Cuba ha importado diversas marcas de cerveza de países como España, Alemania, Holanda, República Dominicana, Canadá e incluso China. Además de la cerveza «Parranda», la industria también fabricará bebidas alcohólicas y no alcohólicas a base de malta y otras bebidas energéticas. La empresa tiene planes de expandir la presencia de la cerveza a establecimientos que acepten pagos en CUP, como pequeñas y medianas empresas, bares y restaurantes.
La aparición de la cerveza «Parranda»
Si bien la aparición de la cerveza «Parranda» representa un avance en la oferta de cervezas en Cuba y se espera que esté disponible en diferentes canales de venta en la isla, para satisfacer la demanda local y reducir la dependencia de las importaciones extranjeras, no ha estado exenta de críticas.
Las críticas están relacionadas con su alto costo en las tiendas en MLC (moneda libremente convertible).
Aunque en su etiqueta se presenta como «elaborada por el pueblo y para el pueblo», una botella de 1.5 litros de esta bebida alcohólica tiene un precio de casi tres dólares, lo cual es considerado inaccesible para muchos cubanos.
Otro de los comentarios en las redes sociales están relacionados con el hecho de «producir cerveza» cuando en realidad se necesitan «alimentos». La población cubana en este sentido se muestra preocupada por la falta de acceso a productos básicos; y que al contrario, se le da alta prioridad a la comercialización de la bebida.
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