Ayer jueves 30 de noviembre de 2023, llegó a La Habana el octavo vuelo de deportación proveniente de Estados Unidos en lo que va del año. Este vuelo devolvió a la isla a 37 cubanos que habían intentado entrar a Estados Unidos de manera irregular o sin autorización.
Uno de los casos destacados es el de Yoan Enríquez, un cubano padre de una bebé de tres meses, quien había sido detenido el 13 de noviembre en Tampa durante una cita con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
A pesar de los intentos de su esposa por frenar la deportación apelando a razones humanitarias, y a pesar de que el cubano llevaba tres años viviendo ya dentro de los Estados Unidos, Yoan fue retornado a Cuba, señaló Telemundo51 desde Miami.
Los vuelos de deportación a Cuba se reanudaron en abril, y en su mayoría, los deportados son balseros o migrantes que permanecen en libertad bajo supervisión.
Si bien algunos de ellos se pudiera argumentar no se han mantenido dentro de los límites de la ley, otros sí. Otros han comenzado una vida absolutamente integrada a los Estados Unidos. Y los hay, como Yoan, que forman parte de esos casos tristes: han traído un nuevo miembro a su familia.
Yoan es padre de una niña de tres meses, y no es el único cubano padre reciente, sostén de un hogar, que ha sido separado de una niña estadounidense por nacimiento. Todavía no está claro cómo se procederá en un futuro, en lo adelante en estos casos; y si habrá algún abogado interesado en representar los casos de bebés y niños estadounidenses que han sido separados de sus padres, y estos deportados a Cuba, por algo tan discrecional como la opinión de un juez de Inmigración que ha alegado y alega reiteradamente – y está firmemente convencido de ello – de que en Cuba no hay una dictadura porque «Castro murió y hay Internet».
La cita y referencia no es casual. Desconocemos cuáles son las circunstancias que rodean la negativa a otorgarle el Asilo Político a este cubano y ponerlo en libertad supervisada, pero al menos ya se conocen dos testimonios de dos cubanos que fueron deportados que acudieron a una cita con este famoso juez de Inmigración en Louisiana, del cual se desconoce su nombre, que no hay motivos para huir de Cuba.
Lo que se sabe de Yoan es que, como cientos de miles de cubanos, casi medio millón en dos años, y millones en el transcurso de 64 años de dictadura en la isla, es que entró ilegal a territorio de los EE.UU.
Así lo recogió la embajada de Washington en La Habana al informar sobre esta operación específica, en la que «37 cubanos fueron deportados por haber intentado entrar a Estados Unidos sin autorización.»
Este proceso de deportación es el resultado de un acuerdo entre Cuba y Estados Unidos, que se acordó en noviembre de 2022, para la devolución de migrantes considerados «inadmisibles» por Washington. Este acuerdo se suma al existente que permite la devolución de todos los cubanos que lleguen a Estados Unidos por vía marítima.
Desde el primer vuelo de deportación en abril, se han realizado ocho grupos de deportación, siendo el primero el más numeroso con 123 migrantes retornados. Estos deportados en su mayoría habían perdido sus entrevistas de «miedo creíble» al entrar a Estados Unidos y habían recibido una orden de deportación, aunque se les permitía permanecer en libertad bajo supervisión.
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