La situación alimentaria en Cuba se ha complicado aún más tras la implementación de medidas gubernamentales que han limitado el acceso a productos básicos como el pollo y el arroz, dejando a muchos cubanos en una posición aún más vulnerable.
El pollo, que había reemplazado a la carne de cerdo como el alimento más consumido en la isla debido al deterioro de la economía y la caída en la producción porcina, ahora escasea significativamente.
La causa inmediata de esta escasez ha sido la decisión del gobierno de imponer precios topados a productos importados, una medida que entró en vigor el 8 de julio. Las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES), que son casi las únicas encargadas de la distribución de estos productos, han enfrentado grandes desafíos para vender el pollo a los precios fijados, lo que ha provocado que muchos decidan no comprar más hasta que la situación se regularice, según recoge Diario de Cuba.
La implementación de los precios topados ha resultado en un mercado casi paralizado. Antes, las MIPYMES distribuían rápidamente el pollo a través de revendedores y otros intermediarios que aseguraban su llegada a los consumidores. Ahora, obligadas a vender directamente al consumidor final y a precios regulados, estas empresas tardan mucho más en vender el mismo volumen de producto, lo que ha llevado a muchos a retirarse del negocio.
Además, la falta de pollo en el mercado se ha visto agravada por la renuencia de los importadores a traer más producto bajo las actuales condiciones, convirtiendo al pollo en un bien escaso y, por ende, muy inseguro para comercializar.
Por otro lado, la situación del arroz no es mejor. Cuba depende en gran medida de la importación para cubrir la demanda nacional de arroz, necesitando aproximadamente 600,000 toneladas al año mientras que la producción nacional apenas alcanza las 180,000 toneladas.
Actualmente, hay cinco barcos cargados de arroz amarrados en puertos cubanos, esperando que el Estado pueda pagar a sus armadores. Estos buques han estado esperando durante días y, en algunos casos, meses para descargar su contenido, lo que ha retrasado la distribución del grano, detalla en otra nota el portal 14ymedio.
Según Vessel Finder, en el puerto de Santiago de Cuba se encuentran «el Benjamin Confidence, con bandera de Madeira y que lleva 68 días en esa posición, y el Atayal Brave, con insignia panameña y procedente de Guyana, atracado hace 21 días en la capital del oriente cubano.»
El propio portal señala que en La Habana, hay tres.
«(…) el Golden Grains, con bandera de Liberia, procedente de Argentina, y fondeado hace 47 días en el puerto; por otro el Seastar Explorer, de insignia gibraltareña y varado en puerto hace 30 días. El último es el Santamaría, panameño y parado en Cuba desde hace una semana,» señala 14ymedio.
El gobierno ha tratado de compensar parte de esta escasez con donaciones de países como China y Vietnam, pero estos esfuerzos han sido insuficientes para satisfacer las necesidades de la población. Las autoridades han admitido problemas en la distribución del arroz y otros alimentos básicos, atribuyendo los retrasos a la falta de transporte y combustible, así como a deficiencias en la organización de las operaciones portuarias.
Esta ineficacia en la gestión de los recursos es sólo un reflejo más del deterioro económico y administrativo que vive Cuba. Las políticas de precios topados y la incapacidad del gobierno para garantizar el suministro de alimentos básicos han creado una situación insostenible para muchos cubanos, quienes ven cómo se les niega el acceso a productos esenciales mientras la inflación y la devaluación de la moneda continúan erosionando su poder adquisitivo.
La frustración de la población es palpable, y las críticas hacia el gobierno se intensifican a medida que la escasez de alimentos se convierte en una constante. La promesa de mejorar la situación para los meses venideros ha sido recibida con escepticismo, dado el historial de promesas incumplidas y la crónica incapacidad de las autoridades para manejar eficazmente la crisis económica y alimentaria del país.
No solo de arroz y pollo vive el cubano
Recientemente la ministra de Comercio Interior de Cuba, Betsy Díaz Velázquez, había confirmado la persistente escasez de alimentos básicos en la isla, anunciando que no se distribuirán café ni aceite a través de la libreta de racionamiento en septiembre, continuando la situación de agosto.
Por si fuera poco, la distribución de azúcar también enfrenta problemas significativos, y aunque se intentará completar la asignación de arroz de agosto en 12 provincias, algunas, como Santiago de Cuba, Granma y Guantánamo, recibirán menos de lo previsto.
Todo este escenario subraya las deficiencias del sistema y las duras condiciones que enfrentan los cubanos bajo el régimen actual.
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