El mandatario Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, y el Primer Ministro de Cuba, Manuel Marrero Cruz parecen haber descubierto el pollo del arroz con pollo a la hora de analizar uno de los porqué los alimentos cubanos están a tan alto precio, pero la crisis continúa e incluso, el pollo, con su precio topado, está desaparecido.
Recientemente, durante una sesión en el Parlamento efectuada el mes de julio, ambos abordaron el tema de los “pagos excesivos del sector estatal al no estatal”, acusando incluso a dirigentes y funcionarios encargados de compras y contratación de servicios, de «evasión fiscal».
Lo que se presume sea una guerra contra las Mipyemes, reveló un drama nacional de fondo.
“Sabemos que hay dirigentes que, sin haber pasado por los mecanismos colegiados de dirección, han tomado la decisión de establecer contratos sin mirar los precios que le están proponiendo para resolver un problema, cogiendo dinero del presupuesto y llevándolo a gastos excesivos”, dijo Marrero.
Aunque no lo asumió «a lo cortico», estos pagos a sobreprecios han sido «la búsqueda» que durante años han encontrado cientos de ministros, y miles de comerciales cubanos de empresas, al establecer “relaciones económicas” nada claras.
“Hoy cualquier empresa estatal o cualquier unidad presupuestada contrata un servicio o adquiere un producto de una forma de gestión no estatal y paga cifras millonarias, por decirlo de alguna manera, sin dolor al desembolso de su entidad estatal”, resumió, en una entrevista concedida a Escambray, Miskel Acosta Paredes, director de Finanzas y Precios en Sancti Spíritus, pero eso ha sido durante años una de las estrategias de «sobrevivencia» de los compradores de Caracol, TRD, Cimex y hasta el mismísmo MINCEX.
El funcionario habló de un «dinero sin dolor», el cual pretenden combatir con la resolución ministerial 209 de 2024 en la mano, para evitar ganancias excesivas de particulares a costa del bolsillo del estado, y aludió a «informes de la Contraloría General de la República», donde «se han detectado una gran cantidad de presuntos hechos delictivos relacionados con las acciones de contratación entre los actores no estatales y el sector estatal”
Este favoritismo «con ciertos actores no estatales” donde “se ha detectado enriquecimiento de personas a partir de la contratación de productos y servicios”, ha sido el pan de cada día en todas las contrataciones que se ejecutan en el Ministerio de Cultura y otros institutos asociados a la gestión cultural.
¿Recuerdan las zapatillas de ballet en mal estado? ¿Los techos con comejenes en el Karl Marx y el Gran Teatro? ¿El escándalo con RTV Comercial? Esa tecla en el ICRT y el Instituto Cubano de la Música, por mencionar dos escándalos conocidos, tiene comején y de larga data. Por ahí, se han ido unos cuántos milloncitos, mientras el pueblo se entretiene con telenovelas «de mejor calidad digital» y programas como «Cantando en Cuba».
El «déficit» por este cambalache nacional se presume en 50.000 millones de pesos, y la cifra pudiera quedarse corta.
A la larga, eso sí, el panorama es como sigue: una moneda nacional devaluada, donde incluso según cita 14ymedio, ya nadie quiere agarrar los billetes de diez pesos.
El pollo en Cuba: de la escasez a la desaparición
El propio medio independiente, en otro artículo publicado, refleja otra de las evidencias palpables de la mala gestión económica del socialismo y la inoperancia de las medidas extremas tomadas: la escasez de productos.
Según señalan, en Cienfuegos, Cuba, la imposición de precios topados en productos básicos ha llevado a su desaparición en el mercado formal, forzando a los consumidores a recurrir al mercado informal, donde los precios son mucho más altos. Productos como el pollo troceado, la leche en polvo y el aceite han desaparecido de los estantes, y los vendedores informales aprovechan la situación para revenderlos a precios exorbitantes.
Precisamente «el pollo», es el artículo que más compra la isla para satisfacer la hambruna generalizada en el país.
Este año, la isla – actores estatales y no estatales involucrados – ha importado de los Estados Unidos menos pollo, aunque más caro, a niveles tales como 127.000 toneladas en el primer semestre de 2024, por un valor de 150,9 millones de dólares.
Esto es, señala 14ymedio citando entre otras fuentes al economista Pedro Monreal, «un 8,6% menos que lo que compró la Isla en el mismo período de 2023 (139.000 toneladas)». El portal aclara que, «el mismo pollo», costaba el año pasado 141 millones de dólares, y ahora costó 150,9 millones este año. Ello debido al aumento del precio del kilo de ave.
El economista cubano Pedro Monreal explicó en la red social X, que el pollo importado desde Estados Unidos es “la principal oferta de la fuente de proteína animal de mayor consumo en Cuba», y es uno de los seis alimentos “esenciales” cuyo precio el Gobierno topó el pasado julio en 680 pesos el kilo, causándole millonarias pérdidas a cientos de actores no estatales.