Las medidas gubernamentales, lejos de aliviar la carga de los cubanos, han exacerbado una crisis alimentaria que se suma a la larga lista de desafíos económicos y sociales que enfrenta la isla. Con el pollo y el arroz como símbolos de un problema mucho mayor, los cubanos continúan luchando no sólo por su supervivencia diaria, sino también por alguna forma de recuperación económica que parece cada vez más distante.
el nuevo paquete de medidas económicas del gobierno cubano refleja un enfoque desesperado por controlar la inflación a corto plazo sin abordar necesariamente las causas profundas de los desequilibrios económicos de la isla.
Las cifras, citadas por Diario de Cuba, demuestran que, a pesar de la disminución de las donaciones humanitarias, Cuba todavía depende en gran medida de los Estados Unidos para su suministro de alimentos, a pesar del embargo.