En Cuba, la población lucha por acceder a una porción limitada de pollo racionado, haciendo largas filas y recurriendo al mercado negro cuando es necesario. En Miami, el robo de camiones de pollo congelado refleja una realidad diferente, en la que el acceso a bienes, aunque más fácil que en Cuba, sigue siendo un problema para ciertos sectores de la población.
El incidente, que ha causado revuelo en la comunidad, se remonta al 15 de septiembre, cuando desapareció un tráiler cargado con toneladas de productos avícolas.
Las medidas gubernamentales, lejos de aliviar la carga de los cubanos, han exacerbado una crisis alimentaria que se suma a la larga lista de desafíos económicos y sociales que enfrenta la isla. Con el pollo y el arroz como símbolos de un problema mucho mayor, los cubanos continúan luchando no sólo por su supervivencia diaria, sino también por alguna forma de recuperación económica que parece cada vez más distante.
el nuevo paquete de medidas económicas del gobierno cubano refleja un enfoque desesperado por controlar la inflación a corto plazo sin abordar necesariamente las causas profundas de los desequilibrios económicos de la isla.
Las cifras, citadas por Diario de Cuba, demuestran que, a pesar de la disminución de las donaciones humanitarias, Cuba todavía depende en gran medida de los Estados Unidos para su suministro de alimentos, a pesar del embargo.