Con su visita a La Güinera, el mandatario cubano simula una normalidad y una calma que difícilmente vuelvan a reinar en ningún barrio pese a la represión
El mandatario Miguel Díaz-Canel cree que con una visita a La Güinera -en la que aparenta normalidad y que el pueblo lo quiere- se borrará en los habitantes de la barriada la muerte de Diubis Laurencio Tejeda -el único muerto que admitió el régimen tras la represión por las protestas del pasado 11 de julio.
Díaz-Canel, según el portal oficialista Cubadebate, amaneció en el barrio para reunirse con «autoridades, actores locales y población del barrio habanero La Güinera, en el municipipo Arroyo Naranjo, con el objetivo de revisar el proceso de transformaciones que se lleva a cabo en dicha localidad».
Desde la cuenta de Twitter de la presidencia de la isla se postean videos del recorrido del gobernante, y también contribuye con esta propaganda de calma, de que todo está controlado, el espía Gerardo Hernández -actual coordinador nacional de los Comités de Defensa de la Revolución.
Fue precisamente en La Güinera donde el espía el pasado 19 de julio -apenas ocho días después de las manifestaciones- abanderó algo que denominaron como «primer Destacamento de Vigilancia Popular Revolucionaria«. En redes sociales muchos se percataron de que acudió rodeado de agentes de la policía política, como si dudase de que en la barriada estaba seguro.
La visita del mandatario se produce justo un día después de que Proyecto Inventario publicara una investigación titulada Videos muestran momentos finales de la vida de manifestante ultimado en las protestas del 11J. El colega José Raúl Gallego en sus redes sociales manifestaba: «Díaz-Canel se encuentra hoy a unas pocas cuadras del lugar donde mataron por la espalda a Diubis Laurencio hace más de un mes».
En el artículo de Inventario se narra que «Diubis, residente en el Reparto Rosario, en el Consejo Popular La Güinera, salió el lunes 12 de julio, como muchos de sus vecinos, a participar en las protestas en ese barrio del municipio Arroyo Naranjo. Ese día, al menos dos usuarios de Facebook consiguieron transmitir en vivo lo que estaba sucediendo, a pesar de la censura de internet y las redes sociales implementada desde el domingo 11 de julio en respuesta a las manifestaciones que tuvieron lugar en más de 60 localidades de todo el país. Otros videos del mismo lugar y fecha serían subidos en días posteriores a las redes, entre ellos uno de 51 segundos de duración, donde se ve a un hombre negro, delgado, con lo que parece ser un agujero de bala en la espalda. Las personas a su alrededor gritan “¡Lo mataron! ¡Asesinos, asesinos!”, mientras intentan socorrerlo».
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