En medio de una crisis epidemiológica en Cuba, marcada por la presencia de dos arbovirosis transmitidas por mosquitos: el dengue y el Oropouche, varios remedios naturales tradicionales se erigen como modos de combatirlas.
Es el caso de la cereza, que ha servido como medicina para superar lo mejor posible el virus del Oropouche. Tan es así, que sus hojas y sus frutos son perseguidas por miles de cubanos actualmente para hacer té que luego beben como agua común.
A diferencia del dengue, que es transmitido por el mosquito aedes aegypti, el Oropouche llega por vía de las especies del culicidae y del culicoides, conocido popularmente en la isla como jején. Cuando la gente dice hoy “cogí el virus”, ser refieren al Oropouche, porque es menos conocido que el dengue en Cuba.
Y cuando muchos cubanos o sus familiares hoy “cogen el virus” lo primero que hacen es buscar la mata de cerezas que tengan más cerca, porque creen que sirve para subir las defensas; y otras yerbas, como la lengua de vaca o las raíces de cilantro, que se utilizan para aplacar la fiebre y evitar la deshidratación que esta produce.
Cuántos cubanos están tomando cocimiento de hojas cereza para el oropuche, y quien les mando a tomarlo? pic.twitter.com/tHvCEIPcWf
— ASERE YA (@AsereYaPing) July 25, 2024
Al mismo tiempo, muchos usuarios en redes sociales se preguntan cuántos cubanos habrán tomado cocimiento de hojas cereza para el Oropouche, porque podrían resultar venenosas, o quién les mando a tomarlo.
Ciertamente hay semillas de frutas que contienen cianuro y que podrían resultar tóxicas si se consumen en altas cantidades, como es el caso de ciruelas, cerezas y duraznos.
Otros se cuestionan qué cantidad de cerezos hay en Cuba, un país donde cada vez se pierde más área de frutales, o confirman que les han recomendado este remedio, pero que no lo han aprobado porque desconfían de él.
Sin embargo, el propio personal sanitario de la isla recomienda ingerir té de cereza o de uva, gelatina y caldo de “pata” de gallina para mantener estables los niveles de plaquetas en sangre, así como no dejar de comer aunque se pierda el apetito.
Esta semana las autoridades del Ministerio de Salud Pública informaron que el Oropouche, del que hasta principios de julio se habían registrado casos en 13 provincias, se ha extendido a todos los territorios del país.
Evitar los antiagregantes
Lógicamente, también es vital tomar abundantes líquidos como agua, jugos, batidos, refrescos y otros tés de hojas antinflamatorias, como las del mango, la salvia, el romero, la albahaca, el orégano y la cúrcuma.
En tal sentido, se contraindica tomar té de guayaba porque tiene propiedades antiagregantes plaquetarias, o sea, que disminuyen la coagulación del plasma sanguíneo y pueden aumentar el riesgo de hemorragias en caso de arbovirosis.
Los médicos también indican el empleo de Sales de Rehidratación Oral. Un sobre de ellas se prepara en un litro de agua hervida y se ingiere, en caso de diarrea, un vaso por cada deposición. En caso de que no haya diarrea, medio vaso cada cuatro a seis horas.
Miedo al ibuprofeno
Al mismo tiempo, se ha generalizado entre los cubanos el miedo a ingerir antiinflamatorios como el buprofeno, el naproxeno, el diclofenaco o el piroxicam, y la aspirina, conocidos también por sus efectos antiagregantes plaquetarios.
Por ende, los que “cogen” el virus persiguen analgésicos como la dipirona o el paracetamol, o, sus variantes “de afuera”, como el acetaminofén o el Tylenol, para aliviar la fiebre, el dolor de cabeza y los dolores articulares y musculares.
Igualmente, viene viene la vitaminoterapia, es decir, tomar complejos multivitamínicos, ya sean cubanos o extranjeros, o ácido fólico.
En caso de náuseas, vómitos o mareos, se aconseja utilizar Dimenhidrinato, mejor conocido como gravinol, o Meclizine. Si los vómitos son más de tres consecutivos y amplios, se puede acudir al gravinol inyectable, pero solo bajo indicación y supervisión médica.
Aquí cabe destacar que en Cuba persiste una profunda escasez de medicamentos, por lo que muchas de estas recomendaciones se pueden cumplir a medias o no cumplirse en muchos casos.
En julio pasado las autoridades sanitarias informaron que el 80% de los fármacos que se dispensan en las farmacias son producidos por la industria nacional, aunque actualmente solo logran abastecer el 30% del cuadro básico de medicamentos.
Ante la circulación de otros virus coo la influenza y el covid, se aconseja extremar las medidas higiénicas en los hogares, realizar el autofocal semanal, dormir bajo mosquitero, evitar la ingestión de alimentos en las calles, hervir el agua de consumo, usar repelentes y lavarse las manos frecuentemente.
