Cuba se encuentra en un momento crítico de su crisis sanitaria, con el brote del virus Oropouche como un nuevo desafío en medio de una situación ya precaria. A eso se suman, entre otras crisis, la del transporte.
A pesar de la ausencia de un tratamiento antiviral específico o una vacuna para la enfermedad causada por el virus de Oropouche, los CDC recomiendan a cualquier persona que presente síntomas similares a los descritos que acuda de inmediato a su médico. El tratamiento actualmente disponible se centra en el manejo de los síntomas mediante reposo, ingesta de líquidos y el uso de analgésicos.
A mediados de agosto, se confirmó el primer caso de fiebre del Oropouche en Canarias: un hombre de 49 años que desarrolló síntomas después de un viaje a Cuba.
La respuesta del gobierno cubano ante la presencia del Virus del Oropouche en Cuba ha sido criticada por su falta de transparencia y por la aparente subestimación del número de casos, lo que complica aún más la lucha contra esta enfermedad emergente en un país ya golpeado por múltiples crisis.
En toda Matanzas parece haber dengue. La gente se arriesga a las picaduras de mosquitos, con tal de poder ser los primeros en sacar dinero de los cajeros automáticos.
Vecinos de los barrios Diez de Octubre y Centro Habana han reportado síntomas asociados a dicha enfermedad. En Lawton, específicamente en la calle Pocitos, varios vecinos han mostrado por estos días y horas síntomas que se vinculan al Virus de Oropouche, tales como fiebre alta, dolor de cabeza intenso, dolores musculares y articulares, vómitos y diarrea.
Ramón Aguilar Castillo, director de Salud Pública en el territorio mayabequense, informó que el virus fue detectado “mediante acciones de seguimiento y vigilancia de síndromes febriles inespecíficos” y luego fue corroborada en los exámenes hechos en el laboratorio nacional de referencia del Instituto Pedro Kourí (IPK), en La Habana.