El Centro Nacional de Sanidad Animal cubano (Cenasa) anunció esta semana una flexibilización de las regulaciones sanitarias, para permitir la importación a la isla de alimentos de origen animal por parte viajeros y personas naturales.
En correspondencia con las medidas aprobadas recientemente por el gobierno de la isla, el Cenasa informó que se autoriza la entrada al territorio nacional de conservas cárnicas (enlatadas) de bovinos, porcinos y aves, indican reportes de medios de prensa estatales.
Para realizar la importación de alimentos de origen animal con carácter no comercial, los envases deberán estar correctamente identificados y ser de marcas comerciales reconocidas, procedentes de países que por su situación zoosanitaria actual y acuerdos establecidos entre servicios veterinarios oficiales son elegibles para Cuba.
En la lista de países de origen elegibles para tales importaciones figuran Estados Unidos, España, Portugal, Italia, Canadá, México, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Brasil, Argentina, Chile y Uruguay, “desde donde también se pueden traer embutidos con carácter temporal”, informó Prensa Latina.
En medio de una profunda crisis económica marcada por la notable escasez de alimentos, las autoridades cubanas también permitirán importar “conservas de productos del mar originadas de cualquier área geográfica, leche fluida UHT (sometida a un proceso de ultrapasteurización), condensada, evaporada, postres lácteos, leche en polvo y quesos maduros pasteurizados o elaborados a partir de leches ultrapasteurizadas”, precisa la fuente.
Perteneciente al Ministerio de Agricultura cubano, el Cenasa aclaró que se mantiene en vigor la prohibición de traer al país carnes frescas, congeladas, deshidratadas o saladas, con o sin huesos, vísceras comestibles, cárnicos semielaborados y productos semicocidos u otro cualquiera de origen animal con huesos, además de leche fluida y derivados lácteos en general no pasteurizados.
La entidad explicó que esas regulaciones responden a los requisitos zoosanitarios establecidos para la importación de productos destinados al consumo humano, que tienen como objetivo evitar la introducción de agentes biológicos generadores de enfermedades que afecten a las personas, los animales domésticos y la fauna silvestre.
