Los cubanos han vuelto a tomar interés en «visitar» los volcanes de Nicaragua, luego del anuncio de que Estados Unidos reanudará la aceptación de solicitudes de asilo desde México.
Una investigación realizada por Cubadata ha desvelado que más del 50% de los cubanos anhelan abandonar su país, motivados por diversos factores, entre ellos la falta de perspectivas (42%) y la crisis económica (25.6%), señala Diario de las Américas.
Otros motivos esgrimidos incluyen preocupaciones relacionadas con la atención médica, oportunidades laborales, persecución política e inseguridad. El estudio también pone de manifiesto que el 81% de los encuestados tenía familiares o amigos que emigraron el año pasado, y el 86.9% apoyó su partida.
El destino más anhelado por los cubanos que desean emigrar es Estados Unidos, con un 43.1% de los encuestados manifestando esa preferencia. Además, el 27.7% de los participantes prefiere no emigrar, mientras que un 13% considera a Europa como opción migratoria.
En cuanto a las medidas adoptadas por el presidente Biden, el 58.4% de los encuestados las valora de manera positiva, aunque el 21.7% duda de su impacto y espera continuar buscando llegar a Estados Unidos de forma legal o ilegal.
El fenómeno migratorio ha experimentado un incremento desde 2021, cuando Nicaragua eliminó los requisitos de visa para los cubanos, lo que provocó un significativo aumento en la llegada de cubanos a Estados Unidos a través de México. Durante el año 2022, 224,607 cubanos llegaron a Estados Unidos, seis veces más que en 2021 y 16 veces más que en 2020. La ruta de Centroamérica sigue siendo activa, y también se han buscado destinos en España y Serbia.
Nicaragua continúa siendo la vía de escape
En un hecho que no sorprende a nadie, los ciudadanos cubanos han vuelto a formar largas filas para adquirir boletos hacia Nicaragua, luego del anuncio de que Estados Unidos reanudará la aceptación de solicitudes de asilo desde México.
Esta nueva oportunidad de solicitar refugio en Estados Unidos ha generado un frenesí entre los cubanos, quienes no dudan en hacer lo imposible por abandonar su país y dejar atrás la desesperanza que los embarga.
La iniciativa anunciada por la administración de Joe Biden, que permitirá que inmigrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela soliciten refugio desde México, ha avivado las esperanzas de aquellos que sueñan con una oportunidad para cambiar su destino. Esta medida forma parte de un acuerdo bilateral entre México y Estados Unidos, diseñado para favorecer el reasentamiento de inmigrantes varados en suelo mexicano desde principios de año.
Imágenes compartidas en redes sociales muestran decenas de personas apiñadas en la sede de la agencia CONVIANSA, donde se expenden los anhelados pasajes hacia Nicaragua. Los testimonios de aquellos que aguardan en la cola reflejan la angustia y la urgencia por escapar de una realidad que cada día se torna más asfixiante.
Aunque se ha observado una disminución en el número de llegadas a las fronteras terrestres, el flujo migratorio desde Cuba hacia Estados Unidos no ha cesado. De hecho, el número de llegadas por vía marítima ha aumentado significativamente.
El Departamento de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) ha registrado más de 10,000 arribos de cubanos de manera irregular en el mes de junio, siendo el sector de Miami el que ha experimentado el mayor incremento. Más de 6,600 cubanos ingresaron por esta zona, lo que representa un aumento del 16% en comparación con el mes anterior.
Otro grupo significativo, alrededor de 2,681 personas, cruzó la frontera mexicana para buscar refugio en territorio estadounidense. Aunque las detenciones de migrantes en la frontera suroeste han disminuido en general, los cubanos parecen estar fuera de esa tendencia.
Durante los últimos cuatro meses, el flujo de cubanos a través de la frontera de México y las costas del sur de Florida ha experimentado un aumento sostenido, principalmente debido a las operaciones marítimas y a las personas que se presentan en las oficinas de Miami en busca de asistencia.
A pesar de las advertencias y políticas implementadas por las autoridades estadounidenses, la determinación de los cubanos por buscar una vida mejor en Estados Unidos parece inquebrantable. La esperanza de un futuro más prometedor y la voluntad de arriesgarlo todo son los motores que impulsan a estas personas a enfrentar los peligros y la incertidumbre en su búsqueda de un destino más próspero.
El creciente deseo de emigrar por parte de los cubanos representa un reto tanto para Cuba como para los países receptores de inmigrantes. La crisis migratoria ha generado tensiones y desafíos en la región, y se espera que continúe siendo un tema de preocupación para todas las partes involucradas.
La situación económica y social en Cuba ha sido un factor clave en el aumento del deseo de emigrar, y aunque el gobierno cubano ha tomado medidas para abordar algunas de las preocupaciones planteadas, los desafíos persisten. La emigración masiva también plantea interrogantes sobre el futuro del país y la capacidad de retener a sus ciudadanos más jóvenes y talentosos.
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