El Dr. Francisco Durán, director nacional de Higiene y Epidemiología en Cuba, ha emitido una alerta preocupante sobre la actual situación epidemiológica en la isla, describiéndola como «compleja». Este calificativo surge en un contexto donde múltiples virus, como la influenza, el dengue y el oropouche, están co-circulando y generando un impacto significativo en la salud pública del país.
Durante su última actualización, el Dr. Durán destacó un aumento considerable en los casos de fiebre de oropouche, un virus transmitido principalmente por la picadura de jejenes infectados (Culicoides paraensis) y mosquitos. Este virus, que ha sido común en países como Brasil, ha comenzado a manifestarse con fuerza en Cuba desde su primera detección en mayo de 2024. Hasta la fecha, se han confirmado más de 400 casos, lo que ha llevado al Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) a elevar el nivel de alerta sobre la fiebre de oropouche en Cuba a nivel 2. Este nivel de alerta implica que los viajeros deben «practicar precauciones mejoradas» para evitar la infección.
El Dr. Durán señaló que, aunque la fiebre de oropouche se consideraba anteriormente una enfermedad relativamente benigna, las recientes experiencias han demostrado que puede causar graves complicaciones, incluyendo meningitis y encefalitis en algunos pacientes. Además, informó sobre casos en los que los pacientes han experimentado hasta tres recaídas en un solo mes, con síntomas recurrentes de malestar general y fiebre.
Crisis en el sistema de salud agrava la situación epidemiológica en Cuba
La situación epidemiológica en Cuba se ve agravada por una crisis generalizada en el sistema de salud. La escasez de médicos y medicamentos, junto con la falta de recursos financieros para adquirir la logística necesaria para las campañas vectoriales, ha incrementado significativamente el riesgo de muertes evitables. A pesar de que el gobierno cubano ha insistido en que la salud es un derecho garantizado para todos, la realidad es que el sistema sanitario se encuentra al borde del colapso.
La crisis sanitaria se ha visto exacerbada por la salida masiva de médicos y otros profesionales de la salud del país, quienes buscan mejores oportunidades en el extranjero. Este éxodo ha dejado a los hospitales cubanos en una situación crítica, con una escasez de personal que ha obligado a muchos pacientes a recurrir a servicios médicos clandestinos para recibir atención.
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Además, la falta de combustible ha dificultado las campañas de fumigación para combatir a los mosquitos que transmiten enfermedades como el dengue y el oropouche. La recolección de basura, otro factor clave en la prevención de enfermedades, también se ha visto gravemente afectada por la escasez de recursos y personal. En muchas ciudades, la acumulación de desechos ha generado focos de infección que agravan aún más la situación sanitaria.
Reacciones internacionales y preocupación por los viajeros
Al tradicional dengue, se ha unido ahora un brote de fiebre de oropouche. Este hecho ha generado preocupación no solo a nivel local, sino también internacional.
Hace apenas unas horas, el CDC emitió advertencias a los viajeros que planean visitar la isla, recomendando tomar medidas estrictas para prevenir las picaduras de insectos, como el uso de repelentes y ropa de manga larga. Además, ha aconsejado a las mujeres embarazadas reconsiderar los viajes no esenciales a Cuba debido a los posibles riesgos que el virus podría representar para el feto.
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A pesar de los esfuerzos del gobierno cubano por controlar la propagación del virus, la enfermedad continúa extendiéndose, con varios turistas internacionales que han contraído la fiebre de oropouche durante su estancia en la isla. Esto incluye a ciudadanos de países como España, Alemania e Italia, quienes fueron diagnosticados tras regresar de Cuba. En España, se han reportado al menos 12 casos relacionados con viajes recientes a la nación caribeña.
Un sistema en crisis y un futuro incierto
El Dr. Francisco Durán ha enfatizado la necesidad de una vigilancia continua sobre estos virus, y ha instado a la población a tomar medidas preventivas para evitar la propagación de las enfermedades.
Sin embargo, la situación epidemiológica actual en Cuba refleja una profunda crisis en el sistema de salud cubano, que no solo enfrenta la presión de múltiples brotes epidémicos, sino también la falta de recursos y personal para abordarlos de manera efectiva.
