La oferta del ministro de Salud a la OPS y a los países de la región de compartir la "experiencia cubana" en la producción de medicamentos no solo es irónica, sino casi insultante para aquellos que conocen la verdadera situación en la Isla. Es un triste recordatorio de que, en la Cuba actual, las palabras del gobierno tienen poco que ver con la realidad.
El futuro de la salud pública en Cuba parece incierto, y la capacidad del país para manejar esta crisis dependerá en gran medida de la implementación de medidas urgentes y efectivas. Sin un cambio significativo en la gestión de los recursos y la atención médica, el riesgo de que la situación epidemiológica en la isla se deteriore aún más es alarmantemente alto.
Precisamente desde Matanzas, un joven identificado como Ernesto de la Fe Pino, arremetió contra el gobernante cubano Miguel Mario Díaz-Canel y lo llamó "líder de m...", "cara dura" y lo acusó de esquivar la realidad; o como mínimo, no enfrentarse a ella.