Las historias de cubanos que en la isla o fuera de ella son protagonistas de sucesos verdaderamente cuestionables, es comidilla en la prensa digital centrada en el tema «Cuba». Algunos, como el caso de Reinier Rivalta, hasta parecen querer «exportar» actitudes que, en un pasado doloroso y muy cercano – años 90 en Cuba, período especial – comenzaron a ser vistas de manera más permisiva entre los cubanos. Me refiero al proxenetismo. A eso, en Miami, es a lo que se le acusa a Rivalta: de prostituir a una mujer.
Pero si en Cuba se hacen «de la vista gorda», en Miami no tanto. Y por eso, fue llevado ante un juez, señala AméricaTevé.
Según sus propias palabras en la corte, la víctima – la mujer – vivía con él, y Reinier solo se encargaba de arreglar sus citas, de manera online.
De 29 años de edad y residente en Miami Gardens, este joven compareció este martes en corte de fianza, donde enfrentó varios cargos de explotación sexual y dónde reconoció que hasta cobraba $250 dólares por cita.
Todo se descubrió cuando un agente encubierto solicitó los servicios de la víctima, y el cubano inocentemente cayó en el jamo. Fue a recibir su dinero y terminó arrestado.
Su fianza fue fijada en $13 mil 500 dólares, y la jueza Mindy S. Glazer le dijo que tenía 48 horas, para ir a la casa donde vive con la víctima, recoger sus pertenencias y largarse.
No menos cuestionable moralmente y de hecho muy criticable fue la actitud de un hombre en Santiago de Cuba que, tras atropellar a un transeunte quiso darse a la fuga.
Pero, si bien muchos podrán juzgar ahora la actitud de este «caballero» cubano como reprochable y criminal, de elogio puede calificarse la actitud de otros cubanos, vecinos del lugar donde ocurrieron los hechos, que se dieron a la tarea de impedir que el criminal escapara.
Los cubanos se le atravesaron de mala manera al chófer e impidieron que se diera a la fuga. Curiosamente la patrulla de la policía apareció enseguida y de paso evitó un posible linchamiento, porque ya varios de los cubanos que presenciaron el hecho le habían propinado su «pase» al infractor.
El hecho ocurrió ayer martes, en la calle Trocha (24 de Febrero), cerca del Hospital Infantil Sur «Dr. Antonio María Béguez César» (La Colonia).
Testigos presentes indicaron que el conductor estaba borracho y apenas podía sostenerse en pie.
Conducir bajo los efectos del alcohol es una de las causas más recurrentes de accidentes en Cuba y en no pocos países del mundo. En Cuba, las leyes no son tan severas y de hecho, son bastantes permisivas.
Sin embargo, no pocos cubanos consideran que se debería ser más estricto con quienes ingieren alcohol y se lanzan a la vía pública al volante de un auto.
Muchos creen que estas conductas – en el caso de los cubanos – son «heredadas» de un país con un atraso cultural y social enorme. Lo cierto es que en Miami es bastante recurrente el hecho de que los conductores se den a la fuga tras un accidente, y si hay cubanos proxenetas, también los hay de otros muchos países. Incluso, norteamericanos «de pura raza.»
tal vez quieras leer: Las diferencias entre los policías y los médicos cubanos
